San Juan es una fiesta tradicional catalana en la que la noche cobra vida con sus hogueras y petardos. En mi familia coincide que es el santo de mi padre (y hasta hace unos años era también el de mi abuelo), por lo que siempre lo hemos celebrado; ¿qué mejor que una cena con tu familia acompañada de una buena coca como postre? Ah sí, mucho mejor cuando hay niños, porque al coincidir con el inicio del verano, podemos disfrutar de actividades veraniegas que encantan: cena al aire libre, bañito en piscina, batalla de globos de agua... Y acabar con unas bonitas bengalas siempre será encantador.
Las cantidades son para una coca mediana, si queremos que sea más grande podemos doblar las cantidades.
Para agilizar el proceso yo he utilizado la panificadora, pues me encanta el resultado de las masas con este aparato, fermenta muy bien y no me cuesta ningún esfuerzo, más que el de limpiar después la cubeta del electrodoméstico, claro . Ya que tenemos la tecnología, lo mejor es usarla para ahorrarnos tiempo, ¿no crees?
Ingredientes
220gr. harina de fuerza
35gr. azúcar
2 huevos
60ml. leche
6gr. levadura fresca
110gr. mantequilla a temperatura ambiente
3gr. sal
opcional: un pizca de vainilla en polvo y un chorrito de licor de anís
150gr. chocolate blanco
Colocamos todos los ingredientes líquidos en la cubeta de la panificadora (leche, huevos, mantequilla y licor) y después los sólidos (azúcar, sal, harina, vainilla si ponemos y por último la levadura desmigada). Activamos la opción de amasado de nuestro aparato (en mi modelo es el botón 13, pero dependerá de cada modelo de panificadora).
Una vez ha acabado el programa extraemos la masa de la cubeta y la amasamos un poco, es posible que necesitemos algo de harina si nos queda muy viscosa. La dejamos en un bol grande aceitado o enharinado para que pueda crecer y la tapamos con un paño húmedo durante un par de horas.
Una vez reposada y haya doblado su volumen, la extendemos sobre papel de horno, dándole forma alargada., o la que queramos, yo he hecho un óvalo.
Volvemos a dejarla reposar otras 2 horas para que aumente su volumen y horneamos a 200ºC unos 20 minutos. Deberemos vigilar, pues cada horno es diferente, cuando la veamos doradita podemos retirar y dejar enfriar en una rejilla.
Finalmente solo quedará deshacer al baño maría el chocolate y verterlo sobre la coca, con la ayuda de una rejilla, para que caiga el chocolate por los lados.
Dejamos enfriar y ya podremos servir y disfrutar.
Si queremos podemos decorar con fideos de chocolate, frutos secos, fruta escarchada... Lo que nos apetezca. Yo le puse un poco de polvo de oro comestible que me ronda por casa desde hace tiempo y combina perfectamente con el blanco del chocolate.