Empezamos año nuevo, pero continuamos con viejas costumbres.
Entre otras la de participar en los retos que nos proponen cada mes las chicas de La Cocina Typical Spanish. Y como cada día diez del mes, publicamos la receta que corresponde al reto de ese mes.
Desde hace unos meses, los retos los propone una anfitriona que decide cuál será el tema.
Este mes, la anfitriona es Verónica, del blog Cocinando con mis cachorritos que nos ha propuesto preparar una receta de masa dulce, es decir cualquier postre de nuestra gastronomía que implique el uso de levadura fresca #aquíamasahastaelgatoTS
Yo soy una amante de las masas dulces. Hay quien no tiene paciencia para esperar los tiempos de levado necesarios para que se haga la magia y surja un delicioso postre dulce.
Como soy una amante de las masas, tengo muchas recetas de ellas en el blog, así que tocaba investigar para preparar una receta nueva.
Y buscando por internet descubrí muchas recetas de masas dulces que aún no tengo en el blog, pero que irán cayendo poco a poco.
Al final me decidí por la coca de forner, un pan dulce plano típico de la gastronomía catalana, que se caracteriza por tener una corteza semi crujiente y una miga esponjosa y delicada.
En algunas páginas he leído que se adorna con piñones, y yo así lo he hecho, aunque en otras webs no lleva más adorno que el azúcar que se espolvorea por encima y el chorrito de licor de anís que se añade al final del horneado.
Os prometo que es una receta deliciosa, para tomar sola o acompañada de un chocolate caliente, aunque hay gustos para todos, y la que yo he hecho y regalado a mis vecinos, ha acabado rellena de jamón y queso jajajaja
INGREDIENTES:
100 ml de leche
100 ml de agua
40 ml de aceite de oliva + un par de cucharadas para pincelar
10 gr de levadura fresca de panadero
30 gr de azúcar + otros 30 para espolvorear
3 cucharadas de licor de anís
1 puñado de piñones
1 pellizco de sal
PREPARACIÓN:
Ponemos en el vaso de la thermomix la leche, el agua, el aceite y la levadura desmenuzada y programamos 3 minutos, 37º y velocidad 4.
Agregamos el azúcar, la harina y la sal y mezclamos primero 10 segundos a velocidad 6 y luego amasamos 2 minutos a velocidad espiga.
Sacamos la masa, la hacemos una bola y la dejamos reposar en un recipiente, tapada y en un lugar sin corrientes. Hasta que crezca de tamaño.
Una vez que la masa ha subido, la desgasificamos en la encimera. La ponemos sobre una bandeja de horno con papel vegetal y estiramos con las manos. No queremos que se quede una masa lisa, debe tener un aspecto más rústico, por lo que haremos algunos agujeros con los nudillos.
Tapamos con un paño y dejamos que vuelva a levar. Cuando la tengamos lista, según la temperatura de la cocina, esto puede durar un par de horas, la vamos a pincelar con aceite de oliva, colocamos por encima los piñones que habremos tenido en agua unos minutos antes para que no se nos quemen. Y por último espolvoreamos azúcar por toda la superficie. Yo os he puesto una cantidad orientativa, sed generosos con esta parte pues la masa en si misma no es muy dulce.
La vamos a hornear a 180º unos 20 minutos. Con calor arriba y abajo.Cuando falten cinco minutos para acabar la cocción, abrimos con cuidado el horno y le rociamos el anís por encima. Dejamos que acabe de cocinarse y la dejamos enfriar en una rejilla.
SIN THERMOMIX:
Templamos los líquidos en un cazo y disolvemos la levadura en ellos. remocemos para que se integre bien todo.
En un recipiente grande ponemos la harina, el azúcar y la sal mezclados. Hacemos un hueco en medio y vamos vertiendo poco a poco los liquidos que habíamos templado. Removemos primero con una cuchara de madera hasta que se vaya integrando todo. Entonces pasamos la masa a la encimera con un poquito de harina y amasamos hasta tener una masa lisa y que no se pegue.
A partir de aquí, vamos a seguir los pasos que indicamos más arriba.
Ponemos el agua, aceite, leche y levadura. Templamos para que se disuelva la levadura bien.
Agregamos la harina, azucar y sal. Mezclamos y amasamos.
Hacemos una bola y dejamos que repose.
Un poco mas de dos horas después ya tenemos la masa lista. La desgasificamos con las manos. Estiramos con las manos y la dejamos crecer otra vez.
Mientras pondremos los piñones en agua para evitar que se quemen en el horno.
Cuando haya levado por segunda vez, pincelamos con aceite de oliva, colocamos los piñones encima y espolvoreamos azúcar (sed generosos). Al horno.
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Y unos minutos antes de acabar el horneado, regamos con un poquito de anís. Veréis que olor más rico.
La corteza está crujiente y la miga super esponjosa. Un dulce para empezar y no dejar nada.
Puedes ver todas las recetas participantes aqui