El puré de patatas es uno de los acompañamientos por excelencia para platos de carne o de pescado. Es una elaboración que suele ser del agrado de todo el mundo. Además de como guarnición, es la base de partida de otras recetas. En Cocina Casera, lo hemos usado para elaborar recetas tan interesantes como nuestra causa limeña, o un delicioso pastel de verduras y carne con bechamel de espinacas. Aunque mucha gente puede pensar que preparar un puré es tan sencillo como cocer y triturar unas cuantas patatas, lo cierto es que hay algunos aspectos a tener en cuenta si aspiramos a lograr un puré de patatas perfecto. A continuación, os damos algunas indicaciones que estamos seguros de que os serán de gran ayuda para lograr un puré cremoso que haga las delicias de los vuestros.
Elección de la patata. Es importante saber que, del mismo modo que hay variedades de patata que son ideales para freír, también las hay que reúnen las cualidades necesarias para obtener buenos resultados en preparaciones donde se las somete a cocción. En este sentido cabe señalar que debemos buscar patatas que no sean ni muy nuevas ni muy viejas. Independientemente de que san tempranas o tardías, deben ser patatas harinosas. Entre las más cultivadas en España tenemos las variedades Spunta, Monalisa o Desiree.
La cocción. Es importante cocinar las patatas enteras y sin pelar. De este modo, conseguimos un puré más cremoso, ya que apenas se producen pérdidas de almidón ni la patata absorbe un exceso de agua. Si por cuestiones de tiempo decidís cortar las patatas para que se cuezan antes, debéis practicar un corte limpio, sin desgarrar, para minimizar la pérdida de almidón.
A la hora de cocerlas, las lavamos previamente con agua para retirar los posibles restos de tierra que puedan tener. Seguidamente, las introducimos en la olla y las cubrimos con la suficiente agua como para que ésta quede unos dos dedos por encima de las patatas. Añadimos sal y llevamos a ebullición. El tiempo de cocción dependerá principalmente de la variedad y del tamaño de las piezas. Lo normal es que estén listas en un tiempo que puede oscilar entre los 20 y los 40 minutos.
Punto de cocción. Para comprobar el punto de cocción, introducimos un cuchillo de punta fina hasta el centro de una de las patatas, Debemos comprobar que entre fácilmente y que, al retirarlo, la patata se desprenda suavemente de la hoja.
Una vez que están listas, debemos escurrirlas, retirar la piel y proceder a triturarlas. Todo el proceso se debe llevar a cabo mientras las patatas aún están calientes. Ya que, si dejamos que se enfríen el puré no quedará cremoso. Para triturarlas empleamos un tenedor, un pasapuré o un utensilio diseñado para este fin que recibe el nombre de machaca patatas. Ojo, no debéis emplear la batidora, ya que su uso puede liberar un exceso de almidón lo que se traduciría en un puré pegajoso. Insistimos en la necesidad de que todo el proceso se lleve a cabo mientras las patatas aún están calientes.
Una vez que las hemos triturado, añadimos un poco de aceite de oliva, o mantequilla a temperatura ambiente, echamos un poco de sal, y mezclamos con el tenedor para que la grasa se distribuya de manera uniforma. Si queremos obtener un puré más suave y ligero también podemos añadir un poco de leche caliente.
Servir de inmediato. Para disfrutar de toda la cremosidad del puré es importante que lo consumamos lo antes posible. Si se nos ha enfriado, podemos calentarlo un poco al baño María añadiendo una pequeña cantidad de leche caliente.Imagen: Pixabay