La semana pasada mi hermano me trajo algo mas de cinco kilos de mandarinas que habían recogido de un árbol que tiene la familia de su mujer.
Ellos habían comido ya muchísimas y estaban hartos, se les salían las mandarinas por las orejas, además estaban a punto de ponerse malas y le dije que era una pena que se dejaran perder. Así que las opciones eran desayunar mandarinas, almorzar mandarinas, merendar mandarinas...o aprovechar y hacer mermelada. ¿Que opción elegí? Pues como podéis ver en las fotos, me puse manos a la obra y este es el resultado:
Diez tarros de riquísima mermelada cargada de vitamina C!!!
La receta, si alguien se anima, es bien fácil:
Se pelan las mandarinas y se corta la pulpa en cuadraditos.
Se cortan las pieles en trocitos pequeños (yo utilicé el picador de carne de la turmix)
Se hierven las pieles en agua, cuando hayan pasado diez minutos se retira el agua y se repite el proceso dos veces más. (Esto es para quitar el amargor a las pieles).
Se une en una olla las mandarinas junto con el azúcar, las pieles y zumo de limón (Yo usé dos limones porque no tenía más).
Se lleva a fuego medio y se deja cocer hasta que coja una consistencia adecuada, teniendo en cuenta que cuando enfría solidifica un poco más.
Para cerrar los botes herméticamente basta con hervirlos durante diez minutos, introducir la mermelada, cerrarlos y darles la vuelta.
Ingredientes:
1 Kilo de Mandarinas.
750 gramos de azucar.
Zumo de limón.