Receta para hacer porras caseras
Si os gustó nuestra receta de churros caseros, os encantará la receta de porras que os traemos hoy. La principal diferencia que encontramos entre estas dos elaboraciones es que, mientras que los churros son finos y con una masa de miga cerrada, las porras son más gruesas, presentando un interior lleno de agujeros de divesos tamaños que son fruto de los gases que quedan atrapados durante la fermentación que llevan a cabo las levaduras. Dicha fermentación se inicia cuando las levaduras entran en contacto con la harina y el agua. En el producto obtenido se combinan maravillosamente bien un interior tierno con un crujiente exterior, lo que hace de estas porras un plato delicioso del que estamos seguros de que te enamorarás.
Churros y porras han formado parte de mi vida desde que tengo recuerdos. Siempre ha sido un gran dilema para mí decantarme por unos u otras. Cuando llega el domingo, me acerco en coche hasta un puesto de venta ambulante de comida en el que elaboran unos deliciosos y delgados churros y unas rechonchas y tiernas porras. Ahí me quedo, durante minutos, delante del puesto, sin ser nunca capaz de decantarme por unos u otras. Al final, y como dicen que en la variedad está el gusto, me llevo a casa unos pocos churros y otras tantas porras.
La receta que os presentamos es muy fácil de elaborar. Tan solo debéis prestar atención a las temperaturas, tanto a la del agua usada en la receta, como a la del aceite en la que se fríe la masa. También es importante la temperatura ambiente a la que va a fermentar la masa. Es difícil que esta receta falle, pero si sucede, no os desaniméis, porque es solo cuestión de un poco de práctica para cogerle el punto a la masa y a la temperatura del aceite.
Si nunca habéis probado este plato, os recomiendo que no lo dejéis escapar, preparadlo en casa y acompañadlo de un rico chocolate para churros y porras. ¡No os lo podéis perder!Vídeo de la Receta
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Ingredientes [Para 4 personas]:
Harina de trigo - 300 gramos
Levadura seca de panadería - 3 gramos
Sal - 10 gramos
Agua - 350 gramos
Aceite de oliva - para freírElaboración de la Receta
Para comenzar, ponemos la harina en un cuenco. Añadimos la levadura y removemos con una cuchara para que ésta quede repartida por toda la harina. Una vez hecho esto, hacemos lo mismo con la sal. Es importante hacerlo de este modo para que ambos ingredientes no entren en contacto, ya que la sal inhibe la acción de la levadura.
A continuación, ponemos a calentar el agua en un cazo hasta que alcance una temperatura de entre 30º y 40ºC. Es importante que el agua no supere ese temperatura, ya que, si nos pasamos, podemos acabar matando la levadura. Si no tenemos termómetro con sonda, podemos calentar el agua hasta que la notemos un poco caliente. Si tenemos dudas, también podemos añadir el agua a temperatura ambiente, siempre será preferible que nos quedemos cortos a que nos pasemos. A menor temperatura la masa tardará más en fermentar, pero el resultado será igualmente bueno.
Una vez que la harina ha absorbido toda el agua, tapamos el cuenco con un plástico y dejamos que la masa fermente durante un tiempo aproximado de entre 30 y 60 minutos.
Cuando el tiempo de fermentación esté próximo a concluir, ponemos a calentar abundante aceite de oliva en una sartén.
En este momento, ponemos la masa en una manga pastelera, o, si disponemos de jeringo hacemos uso de él. En este caso tendremos que usar una boquilla de paso bastante grande. Lo bueno de usar una manga pastelera desechable es que podemos cortar la punta por donde queramos, y hacer porras de un buen grosor.
Una vez que el aceite está bien caliente, casi comenzando a humear, ponemos un poco de masa en la sartén. Cocinamos por ambos lados durante unos segundos o el tiempo necesario para que la masa se dore.
Una vez que la masa está dorada, retiramos de la sartén y ponemos sobre papel absorbente.
Inmediatamente, cortamos nuestra masa en trozos de la longitud que deseemos y llevamos éstos a la mesa.
Anotaciones y Consejos
Si queréis usar levadura fresca, la cual podéis encontrar en la sección de refrigerados de los supermercados, debéis multiplicar por 3 la cantidad que hemos puesto de levadura seca activa, ya que la levadura fresca presenta una menor actividad. En este caso, debemos disolver la levadura en un poco de agua antes de añadirla a la masa con el resto de líquido.
Dependiendo del tipo de harina que utilicéis es posible que haya que aumentar o disminuir la cantidad de agua de la receta. En este sentido, es necesario decir que es recomendable añadir el agua poco a poco hasta obtener una masa con la textura que se aprecia en el vídeo.
El tiempo de fermentación de la masa dependerá de la temperatura del agua añadida y de la temperatura ambiente. Si añadís el agua a 40ºC, con 30 minutos de fermentación será suficiente. Si el agua ronda los 30ºC habrá que dejarla fermentar un poco más.
Uno de los puntos clave para que el exterior de las porras quede crujiente es freírlas en aceite bien caliente, de lo contrario, a medida que se vayan enfriando se reblandecerán con facilidad.