Dedicado a mi querido amigo Miguel Angel. Las risas que nos hemos podido echar a costa y debido al susodicho café y sus efectos....
A pesar de que no tiene gran historia, no es fácil encontrar un sitio donde preparen un buen café irlandés. El secreto está en el WHISKEY, sí, sí, como lo leéis, con "E", y es que esa es la diferencia fundamental, el Whiskey tiene que ser irlandés y sólo el whiskey irlandés contiene la letra "E", a diferencia del escocés, que no la lleva, además de tener diferente aroma, es más suave y carece del aroma a humo característico del escocés.
Otro detalle a tener en cuenta es que la nata (crema de leche) no debe ser montada, sino BATIDA. Si tenemos en cuenta esos dos aspectos no dudéis que estaréis delante de un CAFÉ IRLANDÉS de categoría.
INGREDIENTES (para 1 copa):
1 taza de café fuerte.
25 ml. de whiskey irlandés.
2 cucharadas de azúcar moreno.
Nata (crema de leche) para montar.
Una pizca de canela.
1 jarra de agua caliente.
PREPARACIÓN:
Batimos la nata (crema de leche) con unas varillas sin llegar a montarlas.
Vertemos el agua caliente en las copas para calentarlas, deshechándola luego.
Vertemos en un cazo dos cucharadas de azúcar moreno por copa y la cantidad de whiskey dependiendo de las copas que vayamos a servir (25 ml. por copa). Calentamos sin llevar a ebullición.
Repartimos el whiskey entre las copas, vertemos en ellas el café (doble cantidad de café que de whiskey) y coronamos con la nata (crema de leche) batida espolvoreada con un pellizco de canela.
NOTA: El café irlandés se toma sin remover, es decir, para degustarlo en condiciones el café debe tomarse a través de la nata (crema de leche).
Los ingredientes a gusto del consumidor, dependiendo de si nos gusta más o menos fuerte o más o menos dulce.
Y por favor, si lo preparáis, no seais con la nata (crema de leche) tan ratas como yo, vosotros hasta el borde.