Ingredientes:
- Medio kilo de costillas de cerdo.
- 1 lata de cerveza.
- 2 dientes de ajo.
- Media cebolla.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es echar aceite en una sartén, salamos las costillas de cerdo y comenzamos a freírlas. A mi personalmente me gustan que estén bien fritas, así que les damos varias vueltas por todos los lados hasta que veamos que están un poco churruscaditas. A continuación, las echamos en una cacerola.
Ahora picamos el ajo y lo ponemos a freír en la misma sartén donde se han cocinado las costillas. Mientras tanto cortamos la cebolla en juliana y cuando el ajo está un poco doradito la echamos y esperamos un rato hasta que se nos poche. Cuando ya tenemos ambas cosas cocinadas, las añadimos a la cacerola, donde también echamos la lata de cerveza y la ponemos a fuego medio durante una hora. Pasado este tiempo ya tendréis las costillas tiernas y con un delicioso sabor. Por cierto con el caldo que os sobre, aunque os aseguro que está para chuparse los dedos, podéis cocer al día siguiente unas patatas y servirlas como guarnición.
Tiempo de preparación: 1 hora 40 minutos.
Gasto: 4 euros
Raciones: 2 personas.
Dificultad: Muy fácil.