Hoy una de esas recetas de domingo que son tan fáciles y con tan buen resultado que podemos hacerlas cualquier día de la semana. Una receta del libro Tapas Revolution de Omar Allibhoy que he visto en varios blogs, y que yo he hecho sin el añadido de la chistorra que también le hubiese dado un toque muy especial. Aunque tal cual estas costillas están para no para de rechupetear el palo una receta para comer con las manos, que es como más se disfruta a veces comiendo este tipo de platos. Las patatas completan el plato deliciosamente.
INGREDIENTES:
1 kg. de costillas de cerdo cortadas en tiras
4 patatas medianas
200 gr. de bacon o panceta
1 cebolla
3 dientes de ajo
50 ml. de cerveza
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharada de miel
Sal
Pimienta
Romero
Tomillo
Laurel
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º y salpimentamos las costillas. Encendemos también el fuego y ponemos una cazuela grande de barro, fuente de horno apta para fuego o una tartera como he hecho yo (tened en cuenta que luego hay que llevarla al horno). En la cazuela ponemos un fondo de aceite de oliva virgen extra. Añadimos las costillas y doramos por ambos lados. Una vez doradas, añadimos la cebolla cortada groseramente, los dientes de ajo enteros, un poco machacados, Dejamos hasta que la cebolla se haya pochado un poco. Agregamos la miel, el pimentón, el laurel, el tomillo y el romero. Removemos un poco, y cuando se haya integrado todo añadimos las patatas picadas en trozos y el bacon cortado en trozos grandecitos. Cocinamos durante unos cinco minutos.
Vertemos la cerveza y llevamos la cazuela al horno. Horneamos durante una hora más o menos, dándole la vuelta a las costillas para que se doren por todos lados.
Si no queréis encender el horno podéis terminar el plato al fuego, dejando cocinar hasta que las costillas se doren. Una vez terminado el plato, sacamos y servimos decorando con perejil y el resto de hierbas aromáticas.
Es un plato para compartir, que podemos hacer en más cantidad si es para toda la familia. Junto con una buena ensalada y abundante pan podemos deleitar a los nuestros con una comida de lujo.
Feliz miércoles.