Os traigo esta receta dentro de mi apartado de Recetas Base porque considero que es una crema que nos puede ayudar mucho saber hacerla, de cara a hacer postres tradicionales o incluso para innovar con otros.
Además, esta receta me ha sido pedida por Pepe, un compañero de trabajo de mi novio, y por eso con más razón aún tenía que ponerla en mi blog sí o sí jajaja.
Así que Pepe por fin tienes aquí la receta. Siento el retraso pero lo bueno se hace esperar jajaja.
Vamos con la receta también para todos vosotros :)
Para 600 gramos de crema.
Ingredientes:
500 ml. de leche entera.
4 yemas de huevo.
40 gr. de Maizena.
150 gr. de azúcar.
Piel de 1 limón.
1 rama de canela.
Elaboración:
Primero ponemos en un cazo la leche, la piel del limón y la rama de canela y lo calentamos a fuego medio. Lo dejaremos hasta que llegue a ebullición, es entonces cuando lo retiraremos del fuego y lo dejaremos tapado unos 10 minutos para que coja mejor aún el sabor del limón y de la canela, a modo de infusión.
En un cazo: leche, piel limón y rama canela a fuego medio.
La llevamos a ebullición y luego reservamos tapado 10 min.
Mientras tanto aprovecharemos para mezclar las yemas con el azúcar y la maizena. Batiremos enérgicamente o bien con varillas eléctricas hasta que obtengamos una mezcla blanquecina y homogénea.
Batimos las yemas, azúcar y maizena.
Cuando la leche ya haya hecho la "infusión" con la piel del limón y la canela, nos dispondremos a colarla.
Colamos la leche.
Es entonces cuando se la iremos añadiendo poco a poco a la mezcla blanquecina que hemos hecho antes.
Añadimos la leche poco a poco a la mezcla blanquecina.
Una vez que hayamos removido bien y que toda la leche esté totalmente integrada nos dispondremos a echarla de nuevo en un cazo a fuego bajo y no dejaremos de remover hasta que la crema esté hecha. ¿Por qué? Pues porque si dejamos de remover puede que nos salgan grumos o se nos pegue.
Ponemos toda la mezcla a fuego bajo y no dejamos de remover.
Nuestra crema empezará a ir espesándose poco a poco, pero nosotros seguiremos removiendo hasta que notemos que se espesa lo suficiente como para ser crema pero sin llegar a hervir. Digamos que hay que estar muy atentos y retirarla del fuego justo cuando veamos que espesa y que le queda bien poco para empezar a hervir.
Cuidado con que no hierva la crema.
Una vez que sintamos esa textura de crema al remover, retiraremos del fuego pero seguiremos removiendo un ratito más, ya fuera del fuego, para que la crema quede bien fina y suelta.
Cuando esté lista la apartamos del fuego.
Cuando esté bien removida y que nosotros veamos que está sin grumos y con una consistencia cremosa, la volcaremos en un recipiente.
Consejo:
Si no la vais a usar en el mismo momento recomiendo que la tapéis con film transparente bien pegado a la crema. Ya que si no le saldría costra y a la hora de usarla ya no quedaría con la textura que buscamos.
Si no la usamos en el mismo momento, tapar con film.
Ya tenemos nuestra crema pastelera para usar en el postre que más nos guste o en el que nos inventemos jajaja.
Espero que os haya gustado y nos vemos en la próxima receta que se nos avecina :)
Besitos.