Seguro que os gustan los aguacates, son un fruto de excelente sabor y que seguro que conoces gracias al riquísimo guacamole, pero se pueden preparar más platos con él. Aquí traigo unos aguacates rellenos de carne. Son muy sencillos de preparar y seguro que gusta a todo el mundo.
Para cuatro personas o dos si comen mucho necesitarás
4 Aguacates
4 Cucharadas de nata líquida
450 g Pechuga de pollo
25g Mantequilla
2 Cucharadas de harina
1 Cucharones de caldo de pollo
1 Cucharadita de brandy
2 Cucharadas de queso parmesano rallado
Sal y pimentón
Más o menos con esto puedes comenzar y lo primero será preparar el pollo poniéndolo a cocer en agua con sal. Mientras se cocina vas preparando el resto del plato comenzando por limpiar los aguacates por fuera, la cáscara la va a usar de recipiente. Ah, ve precalentando el horno a 220 ºC
Una vez limpios los cortamos por la mitad a lo largo y con ayuda de un cuchillo afilado y de una cuchara, se debe extraer la pulpa cuidando que la cáscara no se rompa. Esta pulpa a la machacamos con un tenedor o la pasamos por una batidora, para conseguir un puré que mezclaremos con un cucharadita de brandy. Si no tienes brandy puedes usar vino blanco seco.
En una cacerola derretimos casi toda la mantequilla, añadimos la harina y la tostamos un poco. Retiramos del fuego y añadimos poco a poco el el caldo de pollo caliente, removiendo con la cuchara de madera. La ponemos a fuego moderado y cocinamos sin dejar de remover, hasta que la salsa quede algo espesa y homogénea. Salpimentamos y la quitamos del fuego. Tendremos una salsa bechamel perfecta, ¿te quedaron grumos? Es lo habitual, pero para esos casos la batidora dejará la salsa fina y sin ningún grumo.
A esta bechamel se le añade una cucharada de queso parmesano rallado, la nata líquida, el puré de aguacates que habíamos preparado. Mezclamos a conciencia y se agregan las pechugas de pollo cocidas y cortadas en trocitos pequeños.
Con esta mezcla se rellenan las mitades de los aguacates. Espolvoreamos la superficie con el queso parmesano restante mezclado con una pizca de pimentón, se colocan en una fuente de horno engrasada con mantequilla y lo colocamos en el horno precalentado a 220 °C durante unos 10 minutos. Pon a gratinar unos 5 minutos para fundir el queso de la superficie. Sacar del horno y servir.