Las setas son unos alimentos que requieren cierto trabajo antes de usarse en la cocina, sobre todo si los hemos recogido nosotros mismos. La limpieza es uno de los pasos fundamentales, puesto que evitamos así intoxicaciones y la molesta sensación de masticar tierra cuando las degustamos. Por otro lado, si la cantidad de setas cogidas o compradas es más de la que vamos a consumir inmediatamente, necesitamos conservarlas, bien en la nevera si el consumo va a ser en pocos días, o congelarlas para tener una despensa de setas durante uno o varios meses. Es por ello tan importante el conocer como limpiar y conservar setas.
Te apuntamos en este reportaje consejos e ideas tanto para limpiar y conservar setas, como para almacenarlas y conservarlas en la nevera y en el congelador.
Cómo limpiar las setas
Muchos son los que piensan que la forma más rápida de limpiar y conservar setas setas es poniéndolas bajo el grifo, pero de esta forma absorben mucho agua y al cocinarlas, la soltarán llevándose con ella parte de su sabor. Por ello, y aunque sea más laborioso, conviene limpiarlas una por una. Los materiales que necesitaremos para ello son un cuchillo afilado y un paño de algodón limpio humedecido. Si se trata de setas compradas, bastará con limpiarlas suavemente con el paño por todas partes, sin frotar en exceso para no dañarlas.En el caso de ser setas recogidas, seguramente tendremos que detenernos un poco más en su limpieza. Primero, quitaremos bien la tierra. Para ello, nos ayudaremos del cuchillo para acabar con la que estará más incrustada en la base del tronco. En algunas ocasión, tendremos que cortar un poco de esa base. El resto del tronco lo limpiamos raspando levemente.
Una vez quitada la tierra más consistente, pasamos a limpiarla con el paño de algodón humedecido, sin apretar. Podemos separar el tronco de la cabeza de la seta para limpiarla en profundidad de manera más cómoda. Incluso podemos raspar ligeramente con un cuchillo el interior de la cabeza para eliminar más impurezas. Una vez realizado todo este proceso, podemos usar las setas a nuestro antojo o conservarlas para utilizarlas más adelante.
Cómo conservar setas en el frigorífico
La vida de las setas en el frigorífico suele ser de unos 15 días, siempre y cuando las coloquemos de manera adecuada una vez que las hemos limpiado. La forma más sencilla de conservarlas en la nevera consiste en ponerlas en una bolsa de papel marrón. Cerramos bien la bolsa y las metemos en la nevera, en un lugar donde no puedan resultar dañadas y apenas les le la luz. Cada vez que necesitemos una seta o varias, abrimos y cerramos inmediatamente.Si lo que vamos a conservar son setas compradas y nos las han puesto en una bandeja o en plástico, es mejor no guardarlas en esos envases, sino hacer lo indicado en el paso anterior. Si no disponemos de bolsas de papel, podemos usar bolsas de plástico, aunque éstas favorecen la acumulación de humedad y pueden hacer que las setas se echen a perder antes. Para evitarlo, bastará con envolverlas previamente en papel de cocina.
Cómo congelar setas
Podemos congelar setas frescas y cocidas. En el caso de las primera opción, se suele aconsejar si el uso que vamos a dar a las setas una vez descongeladas es en platos donde serán parte de otros ingredientes pero no las protagonistas, puesto que la texturas de las setas congeladas frescas puede ser luego algo desagradable. Para congelarlas directamente una vez limpias, ponlas en una bandeja descubierta y métela tal cual en el congelador. Una vez que las setas estén congeladas, las metemos en envases herméticos.La segunda forma de congelación implica cocinarlas previamente. Simplemente habrá que saltearlas en un poco de mantequilla o aceite de oliva a fuego alto unos minutos. Se pueden aderezar con sal si se desea. Una vez que se han enfriado, se meten en envases herméticos en el congelador. Se pueden utilizar directamente congeladas o dejar descongelar antes de cocinarlas.
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