Como te adelanté ayer cuando publiqué la receta del pan para torrijas, hoy te explico cómo preparar unas torrijas caseras tradicionales.
El origen de este dulce se remonta a la época de los romanos, donde la obra de Apicio cita un plato similar que no tenía ningún nombre particular. El pan se remojaba en leche, pero no cita nada de rebozarlo en huevo.
Poco a poco fue evolucionando y ya en el siglo XIV se describe la elaboración del dulce tal como se prepara ahora. Pero entonces su preparación no está ligada a la Cuaresma ni Semana Santa, sino que se preparaban para ayudar a recuperarse a las parturientas. De hecho en los libros de cocina sefardí que tengo, las torrijas aparecen como “Rebanadas de parida”.
Sobre el siglo XV ya se encuentran recetas donde las llaman “torrejas” y cada vez eran más comunes.
Poco a poco su consumo se asoció a la Cuaresma y Semana Santa para aprovechar el pan sobrante de las comidas de los días donde no se consumía carne.
Te animo a preparar este dulce en casa de forma tradicional con un buen pan casero, y si no dispones de él, prepáralo que no cuesta tanto y merece la pena.
Ingredientes para preparar 14-16 torrijas caseras:
Un pan para torrijas duro o una barra de pan de buena calidad duro
1,5 l de leche
2 ramas de canela
1 limón
3 huevos
1-2 vasos de azúcar
1-2 cucharaditas de canela
aceite de oliva o de girasol para freír
Elaboración:
Calienta la leche con 2 cucharadas de azúcar, las ramas de canela y la piel de un limón, con cuidado de cortar sólo la parte amarilla y no la blanca, que amarga.
Deja enfriar la leche y retira después la canela y la cáscara del limón.
Corta el pan para torrijas en rodajas de 1 cm como mínimo de ancho (yo las corto de 1 dedo, me gustan gruesas)
Coloca una capa de pan en una fuente de horno profunda o un recipiente hondo.
Vierte la leche y deja que el pan para torrijas empape la leche unos 10 minutos. La leche debe cubrir totalmente el pan.
Mientras puedes preparar una sartén o una cacerola baja con el aceite para freír y un cuenco de azúcar y canela, con la proporción de una cucharadita de canela mezclada con 1 vaso de azúcar.
Bate los huevos en un plato hondo.
Pon a calentar el aceite cuando queden un par de minutos para sacar las torrijas de la leche.
Saca las rodajas de pan y déjalas escurrir un poco el exceso de leche, mientras remojas la segunda tanda de pan para torrijas. Si cuando lleven un rato en remojo las segundas rodajas de pan, no están totalmente cubiertas de leche, dales la vuelta. Yo coloco una rejilla pequeña encima de la misma fuente de horno, para que la leche escurra en las rodajas de pan, como puedes ver en las fotos.
Cuando el aceite esté caliente (puedes probar echando un trozo de la cáscara de limón en el aceite), reboza las rodajas de pan por las dos caras en los huevos batidos y fríe las torrijas de 4 en 4 o todo lo más, de 5 en 5.
Cuando estén doradas por una cara, dales la vuelta para que se doren por la otra.
Sácalas y déjalas escurrir sobre papel absorbente de cocina y espolvoréalas con la mezcla de azúcar y canela por las dos caras mientras aún están en caliente y pásalas a la bandeja donde las vayas a servir.
Cuando hayas frito unas 8-10 torrijas, deberías dejar enfriar un poco el aceite, colarlo para quitar los puntitos negros que salen de la leche, y volver a calentarlo para seguir friendo. Así te quedarán con un todo dorado precioso y no se le pegarán esos puntos negros.
Las torrijas caseras las puedes servir calientes con una bola de helado o a temperatura ambiente tal cual. Es mejor consumirlas recién hechas, en el mismo día y sin pasar por el frigorífico.
Consejos y notas:
Las torrijas caseras están deliciosas si las preparas con un buen pan casero. Si no tienes disponible, te animo a que prepares este pan para torrijas que se prepara fácilmente y verás qué buenas te salen.
Yo te he traído la receta de las torrijas caseras tradicionales, sin licor, vino ni miel, pero en cada zona se preparan de una forma. Hay quien añade coñac, vino… a la leche para remojarlas y hay quien en lugar de espolvorearlas con azúcar y canela, las baña en miel o almíbar. Anímate a experimentar.
Yo a veces hago algo que no sé ni si llamarlo torrija: abro por la mitad a lo largo una rodaja gruesa de pan sin llegar a abrirla del todo y la relleno de crema de chocolate. Cierro el otro extremo con un palillo. Entonces la remojo en leche, la rebozo y la frío. Mancha un poco el aceite, pero salen deliciosas también.
Yo utilizo la fuente de horno de Le Creuset porque tiene un tamaño perfecto para remojar bastantes rodajas de pan a la vez, es profunda y es la que utilizo para hacer asados en general. Tanto la fuente de horno como la sartén y cacerola que te recomiendo para freír las puedes encontrar en hojuelas sefardíes, donde te pueden aconsejar qué producto se ajusta más a tus necesidades.
Si quieres ver otros platos típicos de Cuaresma y Semana Santa no te pierdas el potaje de vigilia, el guiso de trigo murciano, la olla gitana, el arroz y alubias, los paparajotes murcianos o las hojuelas sefardíes.
Y a tí, te gustan las torrijas? Las preparas en casa? Cuáles son tus favoritas? Qué otros postres de Cuaresma y Semana Santa te gustan más?
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