INGREDIENTES
- 8 tomates.
- 1/2 pepino.
- 1 diente de ajo.
- 1/2 pimiento verde.
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco.
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Un poco de miga de pan.
- Sal.
ELABORACIÓN
En primer lugar, cortamos y pelamos los tomates, eliminando el pedúnculo. Si te cuesta demasiado pelarlos, puedes escaldarlos rápidamente para que la piel se retire fácilmente. A continuación, colocamos este tomate en un recipiente junto con el pimiento cortado, el pepino en rodajas y el ajo sin germen.
Otro truco que puedes utilizar para que el pepino no repita tanto es colocarlo previamente en un colador con sal y así eliminará parte de sus jugos.
Añadimos a la mezcla la sal, el aceite, el vinagre y la miga y lo guardamos en la nevera para que todo se empape bien de los otro sabores. En mi caso, lo he tenido durante toda la noche y para evitar que repita, antes de batir, voy a retirar el ajo y el pimiento. Los sabores de estos ya están en la mezcla pero al no ingerirlos directamente conseguirás que no repita.
Y ahora solo queda batir y disfrutar. Si te gusta muy líquido puedes colarlo y si no, ¡ya está listo!
Espero que te guste esta receta. Si quieres ver otras similares, no dudes en consultar mis redes sociales.