Cuando nacemos el primer alimento que tomamos es la leche materna. Por sus múltiples cualidades, amamantar a un bebé es suficiente para que éste empiece su desarrollo y vaya creciendo. A otros mamíferos les basta con el periodo de lactancia, pero para el ser humano la leche es un alimento básico al ser la principal fuente de calcio, elemento esencial para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Es por ello que su consumo es habitual es todas los rincones de nuestro planeta, ya sea en su forma líquida o en cualquiera de sus derivados.
A lo largo de la historia, este producto ha experimentado grandes avances que han posibilitado el que nunca falte un brick de leche en nuestra nevera. Su uso en el desayuno está tan normalizado que pocos son los que empiezan su día sin un vaso de este líquido, ya sea con café, con cereales o con cacao. Pero también es cierto que su sabor no es de gusto de todos, sobre todo para los más pequeños, y que hay muchas personas que no toleran la lactosa; para todos ellos existe una amplia gama de artículos.
Un producto muy variado
Desde que se ordeña, la leche sufre multitud de alteraciones térmicas que hacen viable su comercialización, puesto que la leche de vaca al natural, es decir cruda, puede llegar a ser muy perjudicial para nuestra salud. Esto se debe a la cantidad de bacterias que contiene, que nuestro organismo es incapaz de tolerar, y que sólo se erradican tratando la leche con procesos industriales. Mediante estos procesos de cambio de temperatura se consigue el producto final apto para el consumo:-Leche UHT: es la de uso común en España y se puede encontrar en los estantes de cualquier supermercado. Esta leche conserva casi total plenitud sus propiedades originales y se conserva a temperatura ambiente durante aproximadamente tres meses. Una vez abierta, ha de consumirse en menos de una semana y guardarse en el frigorífico.
-Leche pasteurizada: se conoce como leche fresca del día y mantiene intactos su sabor y cualidades características. Su consumo en España es menos habitual que en el resto de Europa, y necesita refrigeración constante. Se conserva siete días y dos o tres después de su apertura.
-Leche esterilizada: tiene un tratamiento muy similar al tipo UHT, pero ser más prolongado el proceso, hace que pierda algunos de sus nutrientes y que su sabor se vea modificado. Se comercializa en botellas blancas y su conservación alcanza los seis meses.
Otras variantes van en relación a su contenido graso, procedimiento que permite su consumo a personas con problemas de colesterol y gracias al cual podemos decantarnos por una leche entera, semi o desnatada, o a su forma física como la leche en polvo, que especialmente se presenta enriquecida y tratada para bebés, o la condensada, golosina para endulzar nuestros postres.
Los peligros de la leche
A pesar de que esta bebida es casi imprescindible en nuestra nutrición diaria, no deja de haber problemas que van relacionados a su consumo. Para aquellos que sufran de intolerancia a la lactosa, existe una amplia gama de productos que no contienen o que presentan una baja proporción de estos azúcares lácteos y que se pueden encontrar en cualquier farmacia e incluso en algunos supermercados.
Hay algunas personas que, aunque no toleren alguno de los componentes de la leche de vaca, si que pueden tomar la proveniente de otros animales. La cabra es el segundo animal del que se extrae leche y se comercializa, y aunque normalmente lo encontramos en forma de riquísimos quesos, no son pocos los que la consumen en tetra brick. Se perfila como una bebida más digestiva al tener menos contenido en lactosa. Entre sus ventajas subrayamos el alto contenido en vitaminas y en calcio, pero su gran desventaja y, quizá por la que su uso es tan reducido, es el sabor, demasiado fuerte para comenzar el día.
Otra opción son los derivados de la soja, que actualmente están muy de moda y que, al ser de origen vegetal, aporta nutrientes que la leche normal no tiene. Especialmente prescrita para aquellos que sufren de problemas relacionados con el corazón o de sobrepeso y para mujeres adultas, la soja es una legumbre muy digestiva y además, una abundante fuente de vitaminas, minerales y proteínas. Prueba de que sus propiedades son beneficiosas para nuestra salud es el hecho de que su consumo se haya generalizado cada vez más, y que en los últimos años hayamos visto como ha entrado en nuestra dieta, ya sea mezclada con zumos, en yogures, galletas o en su forma original.
Nuevos formatos a la orden de nuestras necesidades
La vida moderna, donde cada vez se nos exige ser más activos, hace que nuestro cuerpo se resienta y necesite unas dosis más elevadas de vitaminas y calcio de las que asimilamos con nuestra alimentación. Pocas son las marcas que no incorporan a su gama básica productos pretratados como leche enriquecida con calcio, omega-3, o con un plus de vitaminas (A+D+B1, etc). Muchos son ya los que han apostado por darles a sus hijos una mayor cantidad de calcio y vitaminas, por un precio no mucho superior, o que beben leche con omega-3 para tratar de mejorar su salud.Ni que decir tiene que estas alteraciones en los nutrientes van mucho más allá y se traducen en la moderna sofisticación de un yogur, bífidus con calcio y vitaminas, en los nuevos zumos de fruta y leche con vitaminas, en mantequillas bajas en grasa o en quesos con igual sabor pero con la mitad de calorías. Los lácteos suponen una parte muy importante en nuestra alimentación y probablemente sigan surgiendo nuevas ideas que harán que sean más beneficiosos y que mejoren nuestra calidad de vida.