Cada vez está más de moda en la cocina el uso de germinados. Se trata de semillas que brotan al contacto con el agua, el aire o el calor. Esto se produce gracias al metabolismo y a las reacciones químicas que produce. De estas, la más importante es la síntesis de enzimas, que puede actuar sobre el metabolismo humano, ayudándonos a regenerar el torrente sanguíneo y los procesos digestivos.
Los germinados son ricos en vitaminas, minerales, oligoelementos, aminoácidos, enzimas y demás sustancias biológicas activas. Gracias a esto podemos corregir las carencias que surgidas de una alimentación basada en alimentos conseguidos mediante procedimientos industriales.
Cualidades de la germinación
Según lo que hagamos con los granos y las semillas, su valor nutritivo aumentará o disminuirá. El grano molido divide por diez sus propiedades, mientras que si hacemos que estas semillas germinen, puede llegar a multiplicarse por diez, y en algunos casos hasta por cien, su valor alimenticio.Los germinados son el mejor método cuando nuestro organismo quiere obtener energía vital concentrada. A veces son el único modo para evitar algunas carencias provenientes del refinamiento de alimentos, ya que ciertos nutrientes desaparecen. Los germinados ienen en nuestro cuerpo el mismo efecto que las plantas verdes sobre el aire: lo sanean por dentro.
Estos brotes generan salud, ya que se trata de los alimentos menos contaminados que podemos encontrar. Los granos que germinan lo hacen cuando están sanos, ya que las plantas llegan a un nivel de degeneración en el que se vuelven incapaces de reproducirse.
Los germinados son buenos remedios para los que sufren problemas digestivos y otras enfermedades. Son buenos para aquéllos que, por estar convalecientes, no pueden ingerir otros alimentos crudos. Gracias a su riqueza enzimática, el organismo los absorbe fácilmente y se evita la leucocitosis postpandrial (el aumento de leucocitos en la sangre). También es conveniente para los que padecen gota, ya que no generan ácido úrico.
Gracias a su alto contenido en vitamina C, son ideales para aquéllos que apenas consumen fruta fresca, ya que notarán cómo disminuyen el cansancio y los problemas digestivos. Los germinados son buenos para cualquiera, niños o adultos, no existen limitaciones de edad.
Cómo comerlos
La gente piensa que los germinados son aburridos, que son un alimento un poco soso. Por eso no se suelen comer solos. Una sugerencia de presentación es añadirlos a la ensalada, con un buen aliño o algo de fruta, que les dará el sabor que tanta falta les hace.
Los germinados pueden comerse crudos. De hecho, cuando los cocemos les privamos de su cualidad de alimento vivo, y pierden sus enzimas, vitaminas y sustancias biológicas, todo aquello por lo que son tan preciados.
Un poco de historia
La técnica de cultivo de los germinados ya aparecía en las Escrituras de los Esenios, que vivían en Israel y Egipto en tiempos de Cristo. Unos siglos más tarde, Vasco de Gama y Magallanes pudieron completar sus largas travesías gracias a que su tripulación se alimentaba de germinados, ya que así se protegían del escorbuto.
Imágenes: primera, julie gibbons/Flickr; segunda, L. Marie/Flickr