Hola! Hoy vuelvo para contaros cómo fue el curso de Macarons al Miímetro que hice con Belén Casal, de Cupcakes a Gogo. 30 días horneando y comiendo macarons, un empacho que merece la pena, os lo aseguro.
Y es que este dulce tan típico de Francia, aunque originario de Italia, no es nada fácil de hacer. Matizo, no es nada fácil conseguir un macaron perfecto, con su crujiente coquille (la parte exterior de la “galleta”), jugoso y tierno por dentro, bien sellado por abajo pero no seco y por supuesto, con su característico pie.
Pero antes de adentrarnos en mi experiencia macaronil vamos a ver cómo y dónde surgieron estos dulces.
El macaron se inventó en Italia en el s. VII. Pero fue en el siglo XVII cuando se popularizó en Francia gracias a Catalina de Médici (reina consorte de Francia de 1547 a 1559), la cual ordenó ofrecer macarons a los invitados de la boda del duque de Joyeuse (París, 1581). A partir de aquí, la historia es un poco confusa y no se sabe muy bien si fue Ladureé o Sprüngli los que empezaron a comercializar en sus tiendas estos dulces. Aunque Sprüngli fundó su casa en 1836 y Ladureé en 1862. Lo que sí se sabe es que fue Pierre Desfontaines (pastelero de Ladureé) quien “inventó” el macaron tal cual lo conocemos ahora, uniendo dos mitades con una ganache. Con el tiempo las formas, colores y sabores de los macarons han ido evolucionando y lo mejor de todo es que los pasteleros de más renombre siguen inventando nuevas combinaciones de sabores y colores increibles, como estos de Pierre Hermé:
Lo cierto es que sea quien sea el que los inventó, los macarons son, en mi opinión, unos de los mejores dulces que hay en el mundo.
Uno de los pasteleros más reconocidos mundialmente es Pierre Hermé y su libro de macarons es, para los amantes de estos dulces, un placer para la vista. No he tenido la suerte de probarlos, pero sí los de la casa Sprüngli, los Luxemburgerli, espectaculares. Y por supuesto, los de Ladureé son increibles.
Después de esta breve (muy breve porque hay mucha información) introducción sobre los macarons, os voy a contar un poco sobre el curso. El curso se hace online desde la página de La Tallerería y consta de cuatro semanas: recetas básicas, recetas un poco más complicadas, decoración y la última semana es de repesca, por si se nos quedó algo pendiente.
Aunque sea un taller online, es como tener a la profe en casa. Belén está siempre pendiente de sus alumnos, tanto en el foro del taller como en la página de facebook del mismo. En el foro, cada alumno va subiendo los ejercicios para que Belén nos diga dónde está el fallo, y así poco a poco ir sacando del horno macarons de verdad. Y la página de facebook sirve para consolarnos unos a otros cuando salen galletas campurrianas en lugar de macarons y para hacernos la ola cuando nos salen bien.
Los primeros parecen unos huevos fritos, pero poco a poco iban saliendo decentes. Aunque alguna vez se colaba una hornada pejiguera y salían unos esperpénticos macarons, al final, ya puedo decir que sé hacer macarons.
Y qué hacía yo con tanto macaron? pues nada, hemos estado un mes comiendo macarons de postre. Y es que, aunque no salgan perfectos, están muy buenos, así que si os animáis pero no os salen perfectos, ni se os ocurra tirarlos!!
Os animo a aprender a hacerlos en casa. La dificultad está en pillarle el truco al merengue, al macaronage y al horno!! Pero merece la pena intentarlo, os lo digo yo.
Para mí, lo peor fue el horno y las bandejas. A base de palos a prendí que no todas las bandejas valen, han de ser buenas y que conserven el calor. Y como cada horno es un mundo, de todas las recetas que probé, algunas de las muchas que nos dio Belén, sólo le pille el truco a un par y a partir de ahí ya iba añadiendo otros ingredientes para darle sabor al macaron y no solo con el relleno: frambuesa liofilizada, café soluble, ralladura de limón, canela… Posibilidades hay muchas!!!!
Luego llega la decoración… Yo tengo muy poca imaginación, pero al igual que con los sabores, opciones hay infinitas!
Estos los pinté de dorado y les puse violeta cristalizada por encima y estaban rellenos de crema de nocilla. Buenísimos!!!!
Al final del taller había que hacer un pequeño proyecto. Aquí os dejo el mío.
Espero os haya gustado y que os animéis a probar a hacerlos en casa. Con la ayuda de Belén y La Tallerería salen fijo!!!
Besazos!!
PD: https://www.youtube.com/watch?v=GJuwdcQlT1g
Sònia