Los mejillones son unos moluscos muy importantes en el recetario español. Además de encontrarlos enlatados (en escabeche, al natural, en aceite...), perfectos para un estupendo aperitivo, los comercializados vivos y enteros acompañan arroces, sopas y son perfectos para agregarles diversos ingredientes y conseguir platos variados y exquisitos.
Los mejillones los podemos encontrar en el mercado español todo el año, generalmente de dos tipos: unos más grandes, que provienen de las rías gallegas, y otros más pequeños de origen francés. Sea como sean, estos moluscos son ligeros (sólo aportan unas 50 calorías por cada 100 gramos) y nos proporcionan minerales como el sodio, fosforo, magnesio, potasio y calcio, proteínas y vitaminas como la A, entre otras. Aprende a disfrutarlos.
Comprarlos, limpiarlos y cocinarlos
A la hora de comprarlos vivos y enteros, es importante adquirir algunos más de la cuenta puesto que se tienen que desechar algunos en ocasiones y hay que cuidar que las valvas (su concha) estén bien cerradas. Cuando lleguemos a casa, lo ideal es limpiarlos bien. Hay que tener en cuenta que los mejillones viven en zonas de agua de poca profundidad y llegan con restos de arena y lapas blancas incrustadas. Para su correcta limpieza, primero quitaremos los filamentos de los bordes de las conchas y las lapas de la superficie con un cuchillo. Finalmente, bajo el grifo de la cocina, es aconsejable frotarlos con un cepillo duro para quitar los restos de arena que quedaran.
Una vez listos, podemos disfrutarlos de muchas maneras. La forma más ligera de cocinarlos es al vapor. Al hacerlos de esta manera hay que tener cuidado de no pasarse con el tiempo de remojo y de cocción porque se pueden endurecer. Por otro lado, un clásico es hacerlos a la vinagreta: después de cocerlos, se desechan las cáscaras vacías y en las que contienen el mejillón, se echa una mezcla de puerro, tomate, pimiento, etc. bien picados, todo ello aderezado con una vinagreta al gusto. Por supuesto, las formas de disfrutarlos no acaban aquí. Combinan muy bien con distintas salsas, sobre todo picantes, y existe una receta que los convierte en una auténtica delicia: los mejillones tigre.
Recetas con mejillones
Mejillones en salsa (Receta de TafMai)
Ingredientes: 1 kg de mejillones, 2 dientes de ajo, 1 cucharada de pimentón y1 cucharada de pan rallado.
Elaboración:
Limpiamos los mejillones y los ponemos en una cazuela ancha y baja. Encima de los mejillones añadimos los ajos en cuadraditos, el pimentón y el pan rallado. Tapamos la cazuela y le aplicamos fuego fuerte, movemos un poco y retiramos del fuego una vez abiertos los mejillones.
Mejillones tigre (Receta de Carmerosa)
Ingredientes: mejillones, langostinos, cebolla, pimiento verde, laurel, harina, nuez moscada, 1 vaso de leche, huevo batido, pan rallado.
Elaboración:
En una cacerola con agua, poner los mejillones ya limpios a cocer con un puñado de sal y una hoja de laurel. Sacar la carne del mejillón, quitarles las posible durezas interiores y reservar tanto la carne como las conchas. Picar muy fino la carne de los mejillones y la carne de los langostinos crudos. Picar, a ser posible en picadora, un trozo de cebolla y pimiento verde.
En una sartén con aceite de oliva virgen pochar la cebolla y el pimiento con cuidado de que no llegue a dorar, agregar la mezcla de mejillón y langostinos y pochar 1 minuto. Añadir harina y una cucharadita de nuez moscada. Dar unas vueltas para mezclar todo y que se tueste un poco la harina. En ese momento añadir el caldo (colado para que no caigan posibles impurezas) de cocer los mejillones y un vaso de leche. Ir removiendo continuamente hasta conseguir que la masa sea compacta y se despegue de las paredes de la sartén.
Dejar enfriar y reposar a temperatura ambiente. Finalmente, rellenar las conchas de los mejillones de forma que quede compacta, pasar por huevo batido y seguidamente por pan rallado. Freír en abundante aceite caliente.
Más recetas de mejillones
Mejillones con salsa de mayonesa
Imágenes extraídas de los foros del canal de Cocina de facilisimo.com