Los mejillones con vinagreta es otro de los platos que se preparan fácilmente, además de rápido y por supuesto muy económico, que para que nos vamos a engañar, viene muy bien para ahorrar unos durillos. Y por su puesto están buenísimos.
Es un plato muy fresco sobre todo para verano y una de las tapas más populares en los bares y restaurantes españoles y de la cocina mediterránea junto con otras elaboraciones con estos moluscos como son los mejillones en escabeche o en salsa de tomate que también recojo en este blog.
Un plato de lo más completo y nutritivo perfecto para esta época del año.
Mejillones con vinagreta
Ingredientes:
1 kg de mejillones fresco
1/2 vaso de vino blanco
1 cebolleta mediana
1/4 de pimiento rojo
1/4 de pimiento verde
1 tomate mediano
Sal, vinagre y aceite de oliva
Elaboración:
Para empezar con los mejillones con vinagreta tenemos que limpiar muy bien los mejillones, limpiamos superficialmente la concha con la ayuda de un cuchillo, raspado la cascara y eliminando cualquier impureza, además le quitaremos las barbas, que son esos pelillos que salen de dentro, tirando de ellos hacia la parte más estrecha o la punta del mejillón.
Por otro lado preparamos una cazuela amplia y echamos en ella el vino blanco, tapamos y dejamos que se caliente bien y llegue al hervor. En este momento añadimos los mejillones ya limpios y volvemos a tapar, dejamos unos 2 0 3 minutos para que se abran y queden jugosos. Los sacamos de la cazuela dejando el líquido a parte, en esta ocasión no vamos a utilizar el líquido resultante, en caso de que queráis conservar los mejillones de un día para otro, los tendríais que guardar en este caldo colado y frio, pero como os he dicho para la vinagreta no vamos a usarlo.
Retiramos la concha vacía de mejillón dejando este en su concha.
Aparte cortamos las verduras en cuadraditos pequeños, los pimientos los cortaremos por la parte interior, para que nos resulte más sencillo y por que de esta forma el pimiento conserva más agua y queda más duro. Una vez cortadas todas las colocamos en un bol amplio, añadimos los mejillones, un poco de sal, un chorrito de vinagre y aceite de oliva, movemos en conjunto y probamos por si fuera necesario rectificar de algo. Tapamos bien y guardamos en el frigorífico hasta que estén bien fríos y listo para servir.
A mi me gusta consumirlos el mismo día ya que al final la verdura va perdiendo agua y se va ablandando al igual que los mejillones.
Bueno espero que os guste esta rica receta, podéis ver mis recetas y novedades si me seguís a través de mi Facebook Cocinera y madre, al igual que en el resto de redes sociales.
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