Esta receta es repetida, pero como la considero una estupenda alternativa a las típicas patatas fritas, os insisto en ella, que además así evitamos el abuso de aceites y fritos.
Los ingredientes para dos personas son los siguientes:
4 patatas pequeñas pero del mismo tamaño
1 tomate
Mantequilla (si no tenéis mantequilla se puede poner un chorrito de aceite, aunque no soy muy partidario de mantequillas en este caso dan un sabor especial)
Sal
Pimienta
Perejil fresco
Preparación:
En primer lugar, pelamos y lavamos las patatas, procurando
que sean todas del mismo tamaño.
Se parten por la mitad, en mi caso las he cortado con una
especie de cuchillo que tiene la hoja en forma de zigzag, por eso quedan de la
forma que veis en la fotografía, pero si las cortáis con un cuchillo normal
quedan igual de ricas.
Las colocáis en una fuente que pueda ir al microondas.
También sacáis el corazón al tomate, lo partís por la mitad
y lo colocáis junto a las patatas.
Sazonáis con sal y pimienta.
Sobre cada media patata, también en las dos mitades del
tomate, colocáis un trocito de mantequilla.
Tapáis herméticamente la fuente con plástico de cocina y colocáis
en el microondas a potencia máxima unos 10-15 minutos, pero mejor ponerle menos tiempo, e ir mirando que las patatas estén tiernas.
Decoráis con perejil fresco picadito.
Cuando estén tiernas, son un estupendo acompañamiento para
cualquier carne, pescado o frito.