Bueno, pues ¡allá vamos! Como todos sabéis, el cuscús está un poco restringido en nuestra dieta, pero eso no quiere decir que a los fans (como yo) de este plato, se lo impidan comer. Por eso, existe una variante que podemos tomar:quinoa. Digamos que es parecida, y puede ser un muy buen sustituto.
INGREDIENTES
150g de quinoa
180g de queso
1 cucharadita de sal
perejil fresco
3 ramitas de menta fresca
1 diente de ajo
100g de pimiento verde
50g aceite de girasol
10g vinagre balsámico
1 manzana
7 ciruelas deshidratadas
ELABORACIÓN
Lo primero que se tiene que hacer es preparar la quinoa. Para que quede una preparación perfecta (o casi), se tienen que echar tres tazas de agua, por una de quinoa. Esto, se pone en una cazuela con un poco de sal durante 15 minutos para que el grano coja volumen. una vez cocido, lo reservamos para seguir preparando la mezcla que lo acompaña.
Mientras que se deja reposar la quinoa, que esta tiene que estar colada para quitar el agua restante, se ralla el queso para que queden finas hebras. Incluso, si quedan muy grandes, se pueden pasar un poco por la batidora, sin llegar a crear una masa.
Precalentar el horno a 200ºC.
Una vez que tenemos el queso rallado, en una bandeja de horno sobre una lámina de silicona, se pone un molde en forma circular y se añande dentro, dos cucharadas del queso que hemos obtenido. Se quita el molde circular y se repite tantos cuencos de queso se quieran hacer.
Con los cuencos ya formados en la bandeja y listos para hornear, se meten al horno durante 10 minutos a 200ºC. (¡OJO! Aunque digo 10 minutos, lo mejor es ir comprobando para que no se tueste en exceso, porque se tienen que derretir y poder moldear).
Cuando ya se han retirado del horno, se dejan enfriar un minuto, y con una espátula se retiran de la silicona para colocar sobre un vaso invertido, que va a ser la forma que coja nuestro cuenco. Cuanto más grande se quiera, más grande tendrá que ser el vaso. (; Para no ensuciarnos mucho, la presión que se ejerza sobre el vaso, se debe de hacer con papel de cocina o un paño. Este paso se va a realizar para cada uno de los cuencos creados.
En un recipiente, añadir el perejil, la menta y el ajo y triturar con ayuda de una batidora. Los trozos restantes, cuanto más pequeños, mejor. Reservar la mezcla en el recipiente.
Llega la hora de trocear, primero se prepara el pimiento en tiras o pequeños trozos. Ahora pasemos a la manzana, que con el mismo procedimiento, se pela y se trocea, al igual que se va a hacer con las ciruelas deshidratadas.
Ya con todo troceado, esta mezcla de los tres alimentos, se vierten al recipiente donde está el perejil, la menta y el ajo. Sobre esta mezcla se va a añadir, el aceite, el vinagre y la sal. Para que sea más fácil de comer, esta mezcla se va a triturar de nuevo para que los trozos de la verdura y la fruta queden reducidos.
Sobre el recipiente que se reserva la quinoa, se añade la mezcla obtenida anteriormente y se mezcla para que todos los componentes se integren y tengan un sabor homogéneo.
Sólo queda emplatar, para ello, se ponen los cuencos de queso y sobre ellos se sirve la ensalada de quinoa.
NOTAS
- Los quesos utilizados han sido cheddar y emmental, pero puede ir a gusto del cocinero o de lo que haya por la nevera.
- Los ingredientes que acompañan a la quinoa pueden variar, una recomendación es hacerlo con varios tipos de pimientos y tomate.
-La quinoa puede ser sustituida por el mijo o la tapioca.