Aunque la mayoría sabe cómo hacer roscos, no todos saben apañárselas para hacerlos solos.
Es habitual que se junten varias vecinas o ir a casa de tu madre ó abuela para hacerlos.
Es divertido cocinar con otras personas, pero no siempre te puedes esperar a que a los demás les venga bien hacerlos.
A mí me funciona así si quieres probar.
Preparas la masa de los roscos según la receta elegida.
Batiremos muy bien los huevos con el azúcar con varillas eléctricas y añadiremos los líquidos y ralladuras.
La harina ya la mezclaremos con la mano echándola poco a poco.
La cantidad de harina a utilizar depende mucho de la que utilicemos.
Así si compramos de tiendas distintas unas veces utilizaremos más ó menos cantidad.
Lo mejor es ir añadiendo poco a poco hasta que la masa sólo se pegue a las manos ligeramente.
Al dejar reposar la masa un rato mientras preparamos sartén y otros útiles la masa crecerá un poco y ya no se pegará tanto.
El aceite lo pondremos a calentar a fuego no muy fuerte mientras damos forma a los roscos.
Yo los hago de docena en docena.
Formo doce roscos cogiendo porciones de masa rodándola entre las manos y luego uniendo los extremos presionado ligeramente para unirlos.
Si la masa se pega mucho untaremos las manos con unas gotas de aceite, hay que intentar no agregar más harina para que al final no queden duros los roscos.
Los dejaremos sobre papel de horno para que no se adhieran a la mesa de trabajo.
Cuando el aceite esté calentito echaremos los doce roscos y cuando empiezan a flotar vamos volteando con una espumadera ó con un tenedor.
Cuando estén doraditos, los sacaremos sobre papel absorbente y apagamos el fuego.
Rápidamente cogeremos cada uno con cuidado de no apretarlos para no quemarnos y los rebozaremos con abundante azúcar.
Formamos otra docena de roscos, volvemos a encender el fuego no muy fuerte y hacemos otra tanda.
Entre docena y docena transcurre 1 minuto aprox. y el aceite enfriará lo suficiente para que no se quemen los siguientes.
Si haces roscos y los quieres sumergir en líquido al final para darles más sabor, hazlo cuando ya estén fríos, metiendo y sacando rápidamente para que no se nos rompan entre los dedos.
Espero que todo esto te ayude y te anime a hacer unos cuantos roscos que todos te agradecerán!
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