Buenas amigos.
En las fiestas que se aproximan está muy presente esta receta que vamos a hacer hoy. Se trata de un solomillo Wellington. Para que os hagáis una idea es un solomillo envuelto en hojaldre. El relleno puede llevar varias cosas, en este caso lo he hecho con algo de paté, jamón….El resultado ha sido muy bueno, de hecho me han pedido ya en la familia que lo haga para Navidad y como a la familia siempre hay que tenerla contenta pues ahí estaré con mi solomillo Wellington esperando a que sea devorado.
Ingredientes:
Masa de hojaldre: 1 unidad
Solomillo de cerdo: 1 unidad
Jamón: 6 lonchas
Paté: 125 gr
Champiñones: 100 gramos
Cebolla: ½ unidad
Huevo: 1 unidad
Sal
Pimienta
Elaboración:
Vamos a quitarle la grasa superficial que tenga el solomillo, siempre con cuidado. Procedemos a sal pimentar ya que va a ser la única vez en la que vamos a echarle sal a nuestro solomillo.
Ponemos una sartén con un chorro de aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos la carne. Sellaremos bien todo de forma que se conserven los jugos y la carne quede más sabrosa.
Una vez que está sellada (habrán pasado unos 6/7 minutos aproximadamente a fuego medio-alto) se dejará en un plato para que repose.
En la misma sartén que hemos usado para sellar la carne añadiremos media cebolla cortada y champiñones en láminas y doramos un poco todo (no pondremos la sartén porque si no el agua no se evapora).
Cuando la cebolla y los champiñones estén hechos, apartaremos también.
Ahora toca la parte más entretenida y la que más me ha gustado de todo el proceso.
Cogemos la masa de hojaldre y la esparcimos bien. Le añadimos el paté, en mi caso fue una mezcla de cerdo y jabalí y de sabor estaba riquísimo. Ayudándonos de una cuchara o cuchillo untamos el paté por toda la base dejando los márgenes sin untar. Después añadiremos el jamón y así hará un poco de filtro y evitará que el hojaldre se moje mucho debido a la carne.
Una vez hayamos puesto el jamón, extendemos los champiñones y la cebolla. Ya con esto tenemos todo el relleno a falta del solomillo. Siempre podemos añadirle algo más si queremos aunque para mi gusto no hace falta nada adicional.
Cogemos el solomillo y lo ponemos en un extremo del hojaldre y vamos enrollando poquito a poco, cortaremos el último filo que nos sobre del hojaldre y lo usaremos para decorar por encima.
Cogemos un huevo batido y con una brocha se lo untamos por los lados y cerramos como si fuera un regalo. Luego volvemos a untar con el huevo el resto del hojaldre ya enrollado y ponemos la tira de hojaldre decorada como más nos guste.
Añadiremos al horno unos 25 minutos a 180º. En este paso es donde hay que tener un poco de controlado el horno que cada uno va a usar.