He oído decir que necesitas un poco de ayuda para triunfar con tus regalos de este año. No te preocupes, yo te echo una mano encantada.
Me cuentan que una amiga tuya quiere aprender a hacer galletas y engancharse a este mundillo galletero por primera vez. Pues nada, yo te voy a hacer la lista de cosas que debes regalarle para que pueda ponerse a ello. Sabes tan bien como yo que es un regalazo, y la vas a hacer muy muy feliz.
Esta es la lista básica de cosas que todo galletero principiante necesita (no incluyo el horno, porque si no lo tiene, mal vamos):
Una buena batidora. Ojo, no te confundas con una turmix, que eso sirve para trocear y no tiene nada que ver. Lo que usamos los galleteros es una mixer o batidora de varillas, que puede ser una simple batidora de mano. Las hay muy baratas en el mercado, pero yo estoy enamorada de la mía, que trae dos tipos de varillas perfectas para la masa y para el icing.
Aunque si lo que quieres es dejarla sin respiración, lánzate a una batidora de sobremesa. Hay muchas marcas y modelos y he oído maravillas de la Kenwood. Pero yo soy una romántica y el día que te pida una, sólo querré la Kitchen Aid. Si vamos, vamos a lo grande.
Un juego de boles de plástico o metal bien resistentes para hacer la masa y el icing. Sirve cualquiera que resista el meneo de la batidora y se pueda lavar en el lavavajillas (por cierto, que si le has regalado la Kitchen Aid no los necesitas, pero no es mala idea añadirle un bol original extra). Un juego de medidores, tanto de tazas o cups como de tablespoons. Una espátula de silicona, también conocida como la lengua del pobre.
Un buen rodillo de amasar. Puede ser desde el de los chinos hasta el más sofisticado. Para mí lo básico es que sea largo para que resulte cómodo, por eso tengo el rodillo de fondant de Wilton que me va estupendo. De vez en cuando lo meto en el lavavajillas y de momento no se ha quejado. Unas varillas de madera, mejor si son cuadradas y de 0.6-1 mm de altura. Las podrás encontrar en cualquier tienda de manualidades, y para mí son la forma más práctica de limitar el grosor de las galletas y hacer que sean todas uniformes. También hay anillos o arandelas e incluso rodillos que lo traen incorporado, pero las varillas no fallan y son de lo más económico que vas a llevar en tu saco este año. Un juego de cortadores. El primer cortador que toda galletera necesita es uno circular, pero no es mala idea regalarle un buen conjunto. Existen unas cajas gigantes de 100 cortadores marca Wilton, que son de una calidad regular pero para empezar sirven y son muy baratos. Cortadores hay de todas las formas, tamaños y pelajes, por lo que es mejor empezar poco a poco hasta que la galletera decida qué estilo es el que prefiere. Yo me quedo con unos buenos cortadores metálicos de unos 6 cm de longitud máxima, pero gustos hay para no acabar. Si lo que quieres es acertar con un cortador bueno, puedes ayudarte en este post.
Colorantes para icing. Los hay líquidos, en gel, pasta… y de mil marcas. Creo que todos empezamos por los botecitos de Wilton, que son baratos y fáciles de encontrar, y realmente con rojo, amarillo, azul y negro ya podemos hacer muchas cosas. Pero si quieres regalar calidad, te recomiendo las marcas Americolor, Rainbow Dust y –aunque yo no tengo experiencia- dicen que son maravillosos los de SugarFlair. –Un juego de boquillas para icing. Venden algunos estuches con varias boquillas, pero yo recomiendo empezar desde abajo con lo más sencillo: unas cuantas boquillas redondas del número #2, la misma cantidad del número #4 y alguna del número #1 para poder hacer detalles en la galleta. Cuando nuestra amiga galletera tenga cogido el punto al icing vendrán otras necesidades, pero por ahora es más que suficiente.
-Para poner el icing tendremos dos opciones. La más fácil de encontrar para empezar son las mangas de decoración, mejor si son de plástico desechable. Si optamos por las mangas será conveniente añadir unos cuantos couplers o adaptadores para que se pueda insertar la boquilla dentro de la manga. También puede ser recomendable poner un juego de gomitas para cerrar la bolsa con el icing dentro, porque es típico que al principio salga más icing por la parte de arriba de la bolsa que por nuestra boquilla –afortunadamente sólo pasa las primeras veces-. La otra opción son los botes o biberones, que son mis favoritos para almacenar el icing y ayuda a que se nos conserve mejor durante varios días. Además pueden resultar muy cómodos para decorar, siempre y cuando tengamos alguno de boca estrecha para poder ajustarle la boquilla.
Y por último, puedes regalarle una bonita caja de galletas de lata para que guarde sus galletas recién hechas y que no se estropeen con la humedad. Es un artículo muy simple, a la vez que una herramienta imprescindible. ¡Espero que triunfes, Papa Noel! Y nadie se quede con las ganas de empezar con una actividad tan divertida, relajante y estupenda como las galletas decoradas.
¡¡Gracias y buen viaje de vuelta!!