Esté postre no deja de ser unas deliciosas galletas de vainilla con forma de dedos de bruja, un clásico de estás fechas y que a todo el mundo le parecen terroríficos.
Pues ya veréis que estos dedos de bruja son muy fáciles de hacer y están de miedo, nunca mejor dicho!!!
Calabazas, telas de araña, fantasmas, brujas, caramelos…… invadirán nuestra casa!
Que os divirtáis muchísimo y cuidado, que seguro que algo o alguien os está observando….. ¡boooooh!
(Con estás cantidades salen 37 dedos de bruja, según del tamaño que las hagáis os saldrán más o menos)
Ingredientes:
500 grs. de harina de trigo.
200 grs. de azúcar glas (impalpable o flor).
250 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
1 huevo L.
1 cdta. de pasta o extracto de vainilla.
Una pizca de sal.
Almendras crudas con piel para las uñas.
Sirope de fresa para simular la sangre.
Preparación:
Batimos la mantequilla junto con el azúcar glas y la pizca de sal a velocidad media alta, 5 minutos.
Añadimos el huevo junto con la vainilla y batimos hasta integrarlos.
Tamizamos la harina y agregamos a la mezcla, mezclamos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarla (tiene que quedar una masa manejable, con la que se pueda hacer bolas y no se pegue a las manos).
Hacemos una bola con la masa, la ponemos en un bol y tapamos, metemos en la nevera 2 horas.
Pasado el tiempo, vamos cogiendo porciones de masa y le damos forma cilíndrica irregular en los nudillos con la forma de dedos, con un cuchillo le hacemos las marcas de los nudillos y por último le colocamos una almendra entera a modo de uña, los vamos colocando en una bandeja de horno forrada con papel de hornear separados entre sí unos centímetros (durante el horneado crecerán un poco).
(Mientras se precalienta el horno metemos las galletas en el congelador, así no perderán la forma mientras se horneán, 15 minutos).
Metemos en el horno precalentado a 180° grados, 18 minutos o hasta que las veamos ligeramente doradas.
Sacamos del horno y dejamos reposar la bandeja sobre una rejilla 5 minutos, luego pasamos los dedos de bruja a la rejilla y dejamos enfriar por completo.
Una vez fríos, le quitamos la almendra y ponemos un poquito de sirope de fresa como si fuera sangre y volvemos a colocar la almendra, los vamos poniendo sobre el plato o bandeja donde los vamos a servir y una vez los tengamos todos listos, hechamos sirope de fresa por encima de los dedos de bruja (así simulamos que están llenos de sangre), y ya tendremos nuestros dedos de bruja sangrientos listos para servirlos y disfrutarlos.
Fuente: este post proviene de Ana Recetas Dulces, donde puedes consultar el contenido original.
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