Desde hace un mes estoy totalmente abducida con el blog de María Lunarillos, que no os lo había contado oficialmente por aquí (creo, ya no estoy segura), pero estoy colaborando en este maravilloso blog con unas compañeras de excepción. Pero vamos, no me voy a perdonar haber olvidado mi blog, haber olvidado cuidar mi pequeña casa.
Menos mal que tengo varias recetas apuntadas y me puse enseguida a prepararla (no tardé ni 10 minutos en tener el horno precalentado y las manos en la masa).
Ya veis que hoy vuelvo a traer donuts. La verdad es que son muy socorridos, y tan rápidos y fáciles de preparar que hasta en un momento de desesperación de no tener publicación me han salvado.
Hoy no son de calabaza, sino de vainilla, los clásicos. Muchos me dijisteis que no os gusta la calabaza (que oye, vosotros os lo perdéis :P) así que como tenía varias recetas más de donuts en el tintero me decanté por estos de vainilla, aunque también dudé si hacerlos de chocolate (los guardo para otra ocasión).
Como os dije la semana pasada, estos donuts no tienen la textura del donut frito, pero son tan esponjosos que se te olvida. Y no olvidéis nunca que son el doble de sanos.
Ahora mismo mientras escribo este post estoy preparando ya otra receta para que no se me olvide publicar la semana que viene (no se donde tengo la cabeza últimamente)
DONUTS DE VAINILLA GLASEADOS
Para 16 donuts
200 gramos de harina
145 gramos de azúcar
2 cucharaditas de levadura química
Media cucharadita de sal
190 ml de buttermilk
2 cucharaditas de vainilla en pasta
2 huevos M
2 cucharadas de aceite suave
Para el glaseado
120 gramos de icing sugar
1 cucharadita de vainilla en pasta
1 o 2 cucharadas de leche
Precalentamos el horno a 170ºC.
Tamizamos la harina, el azúcar, la levadura y la sal y reservamos.
En un bol mezclamos el buttermilk, la vainilla, los huevos y el aceite. Agregamos los ingredientes secos poco a poco, y vamos mezclando hasta que tengamos una masa homogénea y sin grumos.
Engrasamos el molde de donuts y llenamos las cavidades hasta la mitad. Horneamos durante 10-12 minutos o hasta que pinchemos un donut con un palillo y salga limpio.
Dejamos reposar los donuts 10 minutos en el molde y a continuación los pasamos a una rejilla para que se enfríen por completo.
Para preparar el glaseado, tamizamos el azúcar glas y lo mezclamos con la vainilla y una cucharada de leche. Si queda muy espeso le agregamos la otra cucharada.
Cuando los donuts estén totalmente fríos los pasamos por el glaseado, por una cara o por las dos, ahí ya a gustos.
¡Y ya podemos comer!
Para hacer el glaseado rosa solo tenéis que separar unas cuantas cucharadas del glaseado blanco y teñirlo con un poco de colorante en pasta, así de fácil.
Y ahora me voy ya a terminar el post de la semana que viene, y no olvidéis visitarme en el blog de María Lunarillos :)
Un millon de besos, se os quiere ?