Está preparada con los restos de pollo asado del día anterior; así que aquí tenéis una doble idea para ahorrar tiempo y dinero, y organizaros mejor: Hoy cocináis pollo asado (tenéis varias recetas en mi web), y mañana con lo que sobre, una deliciosa ensalada (yo suelo reservar una pechuga, pero como prefiráis). Esta receta la realizo con queso gouda, porque me gusta muchísimo cómo queda en la ensalada; pero si no tenéis, podéis hacerla, por ejemplo, con queso manchego; y si la queréis hacer más light, utilizad queso fresco de Burgos, que también está buenísimo.
En cuanto a la salsa de yogur, ya sabéis que es perfecta para una ensalada, pero también la podéis utilizar para otros platos, como kebabs. Si en vez de utilizar un yogur natural entero, lo hacéis con uno desnatado, tendréis una salsa baja en calorías.
Bueno, pues vamos a ello, y como siempre, ¡¡A DISFRUTAR!!
Receta de ensalada de pollo asado con queso Gouda y salsa de yogur
Tiempo de preparación: 10 minutos.
Tiempo de cocinado: 0 minutos.
Tiempo total: 10 minutos.
Ingredientes para 4 personas:
– Para la Ensalada de pollo asado con queso Gouda:
350 gr. de hojas variadas de lechuga (rúcula, canónigos, escalora, brotes frescos de lechuga verde y roja)
250 gr. de queso Gouda
75 gr. de picatostes
1 pechuga de pollo asada, o el resto que os haya quedado del pollo asado del día anterior
– Para la Salsa de yogur:
1 Yogur natural
1 Diente de ajo
El zumo de medio limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Hojas de menta fresca
Vamos a comenzar preparando la salsa de yogur, para que coja bien el sabor de la menta: En un bol pequeño, verter el yogur natural; a continuación, pelar y picar muy pequeñito el diente de ajo, y echarlo sobre el yogur. Seguidamente, exprimir el zumo de medio limón, y añadirlo al yogur; remover un poquito con una cuchara; echar un poquito de sal, pimienta negra recién molida (es la ideal; si no tenéis molinillo, pues utilizad la que venden ya molida), y un chorreoncito de aceite de oliva virgen; remover bien con la cuchara. Por último, picar las hojas de menta, ya lavadas, y añadirlas a la salsa; terminar de remover bien, para que se mezclen todos los ingredientes. Reservar.
Continuamos, preparando la ensalada: Repartir las hojas de lechuga lavadas entre cuatro platos, uno para cada comensal. Trocear la pechuga de pollo, o, como os he dicho, los restos que os hayan quedado del pollo del día anterior, y ponedlo sobre las hojas de lechuga en cada plato. Seguidamente, cortar en taquitos pequeños el queso gouda, y echarlo en los distintos platos. Añadir en cada plato unos picatostes (los podéis comprar ya envasados, como os he dicho, pero también podéis trocear pan del día anterior, y tostarlos en el horno o en un tostador).
Y por último servir en cada plato un poquito de salsa de yogur, “a gusto del consumidor”. ¡Vais a ver lo buenísima que está!
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