Hay unas galletas de cacahuetes y chocolate en un famoso supermercado que me tienen loca.
No es lo más recomendable pero he de reconocer que las he comprado más de una vez. Pero como soy muy repostera y me encanta inventar en la cocina, hice un experimento para ver si me salía algo parecido y puedo decir que, no son exactamente iguales, pero se le parecen y están buenísimas. Y lo mejor, más saludables.
Buscando por internet alguna receta similar, encontré unas galletas de cerveza y cacahuete que me llamaron la atención. Cogí la receta y la tuneé a mi manera y aquí teneis el resultado.
Tengo que decir que esta receta es sin gluten, sin leche y sin azúcar (comprobad que los ingredientes usados lo sean)
INGREDIENTES: (para unas 12 galletas)
125 gr de harina de avena sabor cacahuete (si no, harina de avena normal)
45 gr de aceite de oliva suave
50 gr de cerveza
1 pellizco de sal
15 gr de estevia o el edulcorante que uses.
50 gr de cacahuetes crudos
Para bañar:
100 gr de chocolate negro (si no os gusta, podemos usar chocolate con leche)
PREPARACIÓN:
En el vaso de la thermomix o de una batidora ponemos el aceite de oliva, la estevia y la cerveza y batimos 30 segundos a velocidad 3.
Agregamos la harina de avena sabor cacahuetes y la sal. Mezclamos bien 30 segundos a velocidad 4.
Esta es la harina de avena que he usado, la compré en Amazon.
Nos quedará una masa así. La sacamos y formamos una bola. Refrigeramos media hora mínimo.
Estiramos la masa sobre un papel encerado y con un cortapasta hacemos circulos.
Cortamos los cacahuetes a la mitad y ponemos sobre las galletas. Horneamos 10 minutos a 180º con calor arriba y abajo. Hay que sacarlas cuando las veamos dorarse por el borde. Luego dejamos enfriar sobre una rejilla.
Derretimos el chocolate en el microondas a intervalos de 30 segundos hasta que se haya derretido del todo. Entonces, bañamos las galletas ya frías por la cara de los cacahuetes. Yo dejé algunas sin bañar.
Las dejaremos enfriar en una rejilla para que el chocolate se endurezca un poco, pero como hace mucho calor, las metí en la nevera un ratito.
Y si sois buena gente, las compartiréis con la familia. Yo no dejé ni una jajajaja
¡Mirad que pinta! Están diciendo ¡cómeme!
Están un poquito crujientes pero con cierta textura tierna por dentro. Las de chocolate están de vicio pero las que no he bañado también son una delicia.