Lo de Galletas Cómeme es algo a lo que no he podido resistirme: mi hija se llama Alicia porque me encantaba (y me sigue encantando, más aun después de Tim Burton) el cuento de Alicia en el País de las Maravillas, así que cuando vi las letras para galletas tuve que demostrar, una vez más, que envejecer no significa madurar.
Las ventajas de hacer la masa con la panificadora son obvias: no te cansas, la masa es homogénea, no manchas nada y es muy rápida.
El sabor es igual de bueno (de hecho, según mis hijos, mejor), así que os pongo como hacerlas.
GALLETAS DE MANTEQUILLA Y CANELA CON PANIFICADORA
Ingredientes:
- 250 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 gramos de azucar
- 500 gramos de harina tamizada
- 1 huevo grande
- canela a discreción (en mi caso, 8 gramos)
Ponemos en la cubeta de la panificadora la mantequilla a temperatura ambiente, el huevo, el azúcar, la harina y la canela.
Ponemos el programa de masa para pasta (15 minutos).
Una vez terminado el programa sacamos la masa y la continuamos amasando un poco (lo justo para formar una pelota).Estiramos la masa con el rodillo, poniéndola entre dos trozos de papel de hornear. En esta ocasión he utilizado un rodillo para fondant de la tienda Casa, porque viene con distintos calibres para lograr galletas homogéneas (en mi caso son de 6,5 mm).
Metemos la masa estirada a la nevera para que se endurezca y sea mas fácil de cortar (alrededor de una hora).Cuando sacamos la masa de la nevera, con cortadores de galletas vamos cortándola.
En esta ocasión en la mitad de las galletas he puesto "eat me" (cómeme en inglés, para que apreciéis mi gran dominio idiomático). Para ello he utilizado unas letras especiales para galletas, muy fáciles de usar (es un pequeño kit con letras intercambiables, y algunos signos).
Con los restos que nos quedan hacemos una bola y procedemos igual (estiramos con el rodillo entre dos trozos de papel de hornear y metemos en la nevera de nuevo). Aprovechamos de esta forma toda la masa de las galletas.
Horneamos las galletas (unos 10 minutos a 180 grados en la posición más baja de la bandeja de horno, vigilando para que no se quemen).Las ponemos a enfriar sobre una rejilla.
Las metemos en sus correspondientes cajas metálicas, procurando esconderlas a una altura directamente proporcional al tiempo que queramos que duren (en mi caso y en mi casa las tengo que esconder muy bien, porque se comen las galletas desde que son pregalletas: tanto mi marido como mis hijos me roban la pasta de las galletas a escondidas).
Tenéis que tener en cuenta que si echáis mucha canela (como es mi caso, a petición de mis hijos) las galletas tienen un color más oscuro y un poco menos homogéneo (no pasa nada, sólo es por el efecto de la canela en polvo).