Despedimos marzo de la mejor de las maneras, con unas galletas que nos dejen un dulce sabor de boca..
No sé vosotros pero nosotras nunca nos cansamos de hacer galletas, es casi terapéutico aunque, para que engañarnos, la verdadera terapia viene cuando te las comes .
Estas de dos chocolates están muy pero que muy buenas. Personalmente no soy muy fan del chocolate blanco pero así, para dar el contrapunto dulce al cacao, me parece espectacular.
Y vosotros, ¿también necesitáis un poco de galletoterapia?
¿Qué necesito?
300 gr de harina
150 gr de mantequilla salada
100 gr de azúcar moreno
1 cucharadita de licor de cereza (opcional)
2 yemas de huevo
2 cucharadas de agua
2 cucharadas de cacao en polvo
1/2 cucharada de levadura
400 gr de chocolate blanco
¿Cómo lo hago?
Primero mezclamos los ingrediente secos en un bol, es decir, la harina, el cacao y la levadura. Reservamos.
Por otro lado batimos bien las yemas de huevo con el agua y el licor.
En un bol grande, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que estén mezclados añadimos la mezcla de las yemas y el agua. Continuamos batiendo hasta tener una masa homogénea.
Por último vamos añadiendo los ingredientes secos a esta masa. Al principio podemos usar la batidora pero al final será necesario que nos ensuciemos las manos porque la masa resultante será bastante contundente aunque ni grasa ni pegajosa. Cuando tengamos los ingredientes bien amalgamados, tomamos una bola y la envolvemos con papel film y la dejamos reposar durante una hora en la nevera (Este paso solo es necesario si usamos la mantequilla reblandecida, si la usamos directamente de la nevera podemos trabajar la masa inmediatamente y hornear las galletas). Pasado este tiempo la sacamos y dejamos unos 10 minutos hasta que esté prácticamente a temperatura ambiente.
Precalentamos el horno a 180º.
En una superficie ligeramente enharinada, extendemos la masa con la ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor de 1 cm más o menos y cortamos las galletas con una forma.
Las ponemos en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado y las horneamos durante unos 12-14 minutos. Cuando las saquemos del horno las dejaremos enfriar completamente encima de una rejilla.
Una vez frías, vamos a preparar la cobertura. Fundimos el chocolate en un cazo al baño maría y bañamos las galletas con cuidado y con la ayuda de un tenedor las vamos sacando a una rejilla donde esperaremos a que el chocolate se solidifique.
¿Qué más necesito saber?
Con las cantidades de esta receta salen unas 40 galletas. Para cubrir las galletas con chocolate blanco necesitamos unos 100 gr por cada 10 galletas, de ahí los 400 gr que hemos usado. Si os parece mucho siempre podéis bañarlas solo hasta la mitad. Hemos usado la mantequilla salada porque como ya os hemos comentado en otras ocasiones, potencia el sabor del cacao. Además de este modo, al llevar la cobertura de chocolate blanco, que ya es muy dulce, equilibramos un poco el sabor.