En casa, desde que empieza a hacer calor, el gazpacho se convierte en la sopa oficial: es sano, bajo en calorías y al tomarse frío no cuesta nada tomarlo.
Si dais una vuelta por internet, encontraréis diferentes recetas, la que os traigo, es muy suave ya que no lleva cebolla ni cominos. una vez más, es la receta de mi madre, y aunque en casa siempre se ha hecho a ojo, esta vez he anotado las cantidades para que os sea más fácil.
Ingredientes: (para 4 personas)
1/2 kg de tomates maduros*
1/2 pimiento verde
1/2 pepino
1/4 pimiento rojo
1 diente de ajo
1 rebanada de pan
150 ml de agua
Aceite
Vinagre de vino
Sal
Pelamos el pepino y lavamos, junto con los tomates y pimientos. Troceamos todo y echamos al vaso de la batidora, donde tendremos el agua y el pan.
Batimos y añadimos el aceite, vinagre, sal y el ajo, al que habremos quitado el germen central para que no repita.
Colamos a una cacerola, con ayuda de un colador fino; ahí se quedará al piel de nuestros tomates y las pipas, por eso no es necesario pelarlos.
Dejamos enfriar en la nevera. Mucho mejor si es de un día para otro, para que los sabores se mezclen.
Para servilo, podemos partir unos dados de los propios ingredientes: pepino, tomate y pimiento, como véis en las fotos.
Nota:
Los tomates ideales son los de pera, pero también podemos hacerlo con unos de rama si están bien maduros, como he utilizado en esta ocasión.
Los ingredientes podéis ajustarlos a vuestro gusto, añadiendo o quitando vinagre, aceite, sal...es cuestión de ir probando.
¡Buen provecho!
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