Quita, quita, que ya vendrá el día que no me quede más remedio que renunciar al buen tiempo, así que de momento yo sigo en verano modo on. Y para muestra un botón. En este caso un helado.
¿Habéis visto qué color taaaan cuqui? Pues no lleva colorante, sólo las nubes rosas de toda la vida. Es un helado súper cremoso y, en contra de lo que os pueda parecer, nada, y digo NADA, dulce. No os dejéis engañar por el color ,que estoy segura de que a algunos e incluso algunas os pueda resultar empalagoso.
Venga, a darse un capricho... ¡¡¡que esto se acaba!!!
Ingredientes200 gr de nubes200 ml de nata (crema de leche) para montar200 ml de leche
En un cazo ponemos a calentar la leche con las nubes, a fuego lento, hasta que estas se deshagan. No dejéis de remover con una espátula para evitar que se peguen al fondo. Dejamos enfriar por completo.
En un bol montamos la nata (crema de leche) bien firme. Añadimos la mezcla de nubes y unimos ambos ingredientes con ayuda de una espátula y con movimientos suaves y envolventes para evitar que se baje la nata (crema de leche).
Cuando la mezcla sea homogénea la vertemos en la heladera y la dejamos hacer su trabajo durante 40 minutos. Una vez que le helado esté mantecoso lo pasamos a un recipiente y lo metemos en el congelador un par de horas, antes de consumirlo, para que se endurezca.
*Si no tenéis heladera, echáis la mezcla en el molde y lo metéis en el congelador. al cabo de una hora lo sacáis y lo batís para evitar que se cristalice. Repetís esta operación cada hora hasta que el helado esté hecho. Tendréis que batirlo unas 3 veces antes de sacarlo.
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