Este helado ha sido todo un descubrimiento. Se realiza fácilmente con nata (crema de leche) para montar bien fría y leche condensada, montados con las varillas. No necesitamos heladera, ni sacar el helado cada media hora para removerlo, ni azúcar invertido. Sólo con montarlo, queda cremoso y fácil de manejar.
Si no os gusta demasiado dulce como a mí, poner menos cantidad de leche condensada, en lugar de la misma cantidad de nata (crema de leche), con 3/4 será suficiente. Yo lo equilibré poniéndole cacao 100% y quedó perfecto.
Con la misma base podemos jugar con otros ingredientes: galletas tipo Oreo, café, zumo de limón,...
-1 litro de nata (crema de leche) para montar bien fría
-750 ml. de leche condensada
(o un litro si os gusta dulce)
-2 cucharadas de chocolate negro picado
-4 cucharadas de cacao 100% diluído con agua
Ponemos en un bol la nata (crema de leche) y la leche condensada y metemos las varillas. Montamos durante 10 minutos.
Le pongo el papel de aluminio para que no salpique.
Picamos el chocolate negro.
Ponemos la mezcla en un táper junto con el chocolate picado que se va al fondo. Tapamos y metemos el táper en el congelador 24 horas.
Desleímos el cacao con un poco de agua, hasta que nos quede una salsa espesa.
Hacemos unos cortes al helado ya congelado y ponemos la salsa de chocolate puro por encima.
Metemos de nuevo en el congelador de un día para otro.
Pinchamos un poco el chocolate para que sea más fácil manejarlo.
Bon profit!!!