Parece que ha pasado una eternidad desde que estuve trotando por primera vez tierras estadounidenses. Y es que 10 años empieza a ser mucho tiempo.
Sin embargo hay recuerdos que tengo aún vívidos en la memoria, como los días que pasé visitando Chicago, poco antes de volverme a España definitivamente. Hasta el momento San Francisco era la ciudad que se llevaba la palma de todas las que conocía en USA. Me enamoró esa ciudad. Pero Chicago me sorprendió con su carácter especial y casi se puso al nivel de su hermana sureña.
Uno de los lugares más llamativos es sin duda el parque Millenium, donde se encuentra la famosa Cloud Gate, más conocida como “the bean” por su forma de alubia.
Otro momentazo que ofrece la ciudad es un paseo por el lago Michigan, que incluso tiene una playa, o por el río Chicago, a la vez que contemplas los increíbles rascacielos. Es un lugar genial para ver atardecer, pues la luz hace juegos en las ventanas y colores de la piedra de los edificios, que a la vez se reflejan en el agua.
Además, Chicago es también el nacimiento de la legendaria ruta 66, que algunos meses antes había hecho con mi compañero de aventuras desde Oklahoma City hasta Needles, en California. Nuestro primer gran viaje juntos, y uno que no olvidaremos.
Pero si hay algo que ha hecho culinariamente famosa a la ciudad de Chicago en Estados Unidos, son sus perritos calientes o hot dogs Chicago style. Bueno sí y la pizza estilo Chicago.
Parece ser que el origen de esta receta está en un puesto de comida llamado Fluky’s que durante los años 30 comenzaron a vender este tipo de sándwich con el nombre de “Depression Sandwich“. Los dueños de este stand eran judíos, y esa es la razón por la que se utilizan salchichas de tenera, y no de cerdo.
Uno de los restaurantes más famosos de Chicago de este tipo de comida, es el Portillo’s, y es casi una obligación pararse a comerse un perrito en una de las muchas sucursales que hay por toda la ciudad. (De hecho ya hay hasta en Florida).
La mujer de la foto es una chica que conocí en USA y con la que hice esta visita a la ciudad de los vientos. Eran otros tiempos, no había facebook ni tanta cultura de la inmediatez de la comunicación. Con el tiempo dejamos de mandarnos mails, y ya hemos perdido todo el contacto. ¡Me imagino que si por casualidad encuentra esta foto en internet se llevará una sorpresa!
La receta no puede ser más sencilla en su elaboración, aunque hay algunos ingredientes que quizá sí sean más complicados de encontrar, como la sal de apio. Yo no tenía, así que no he utilizado. Pero lo que sí que queda totalmente prohibido para hacer un hot dog estilo Chicago ¡es usar ketchup!
Para esto está el tomate natural. De hecho, a este estilo de perrito se le llama “dragged through the garden“ algo así como “arrastrado por el huerto”, por la variedad de verduras frescas que lleva.
Ingredientes: (para 4 perritos)
4 panecillos de hot dog
4 salchichas de ternera
1 tomate mediano
pepinillos en salmuera o salzgurke
1 cebolla pequeña
mostaza
Elaboración:
La elaboración de esta receta es realmente sencilla y como lleva tan poco tiempo y es ligera, pues las salchichas no van fritas, es perfecta para la cena.
En primer lugar, ponemos a hervir agua en una sartén, y en ella cocemos las salchichas durante 5 minutos. Alternativamente, podemos cocerlas en cerveza, que quedan también muy sabrosas.
Mientras se cuecen las salchichas, abrimos los panecillos de hot dog, pero dejando un lateral sin cortar, de manera que hagan como una especie de cuna. Típicamente los panecillos de un perrito caliente al estilo Chicago suele llevar semillas de amapola. Si no los encontráis, podéis espolvorear las semillas por encima de los panecillos y presionar un poco con la mano para que queden incrustados en la masa.
Ahora sólo nos queda ir colocando los ingredientes. Primero las rodajas de tomate que colocaremos en un lateral. Después la salchicha en el centro de la U que hace el pan. Y después la cebolla cruda, muy finamente picada entre la salchicha y el tomate.
Por último, untaremos un poco de mostaza por encima de la salchicha, y colocaremos unas ruedas de pepinillos en salmuera (sí, de esos agridulces que llevan mucho eneldo). Recordad: ¡nada de ketchup!
¡Y ya tenemos listos nuestros hot dogs estilo Chicago!
Como veis, cero complicaciones y a juzgar por los millones de dólares que facturan empresas como Portillo’s al año, un éxito asegurado. Si tenéis, podéis espolvorear por encima del sándwich un poco de sal de apio justo antes de comerlo, pero os aseguro que así tal cual ya están delicioso.
Y si estáis pensando en una guarnición, unas patatas cajún o deluxe acompañan a este sándwich de maravilla.
Con esta receta participo en el interesante reto Cocinas del Mundo que este mes apadrina el blog de Casa Tere. Me encanta este reto: ¡Viajar a través de la gastronomía!
¡Que aproveche!
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