Incorporar verdura a los platos de pasta es una buena forma de incluír vegetales en nuestra dieta sin renunciar al sabor ni a las comidas que más nos gustan. Nos ayuda a aligerar los menús, y sobre todo, a introducir este grupo de alimentos en la dieta de los más peques. Comer verduras no debería ser aburrido ni insípido, ¿verdad?
INGREDIENTES:
8 placas de pasta para lasaña precocidas
5 atadillos de espinacas frescas (300 gr. cada uno aprox.)
5 tomates
1 cebolla
2 dientes de ajo
12 lonchas de queso
aceite de oliva
30 gr de mantequilla
30 gr de harina
750 ml de leche
queso rallado
nuez moscada molida
pimienta molida
azúcar
sal
ELABORACIÓN:
1. Para comenzar, lavamos las espinacas y retiramos la parte gruesa del tallo. Escurrimos bien las hojas para quitar la mayor cantidad de agua posible. Ponemos una sartén al fuego con tres cucharadas de aceite, añadimos los dientes de ajo pelados y laminados, los doramos un poco y salteamos las espinacas hasta que pierdan volumen. Reservamos.
2. Continuamos preparando una salsa de tomate. Pelamos la cebolla y la picamos finita (con picadora si queréis). En una sartén con un chorro de aceite comenzamos a pocharla. A continuación, lavamos los tomates y les quitamos el corazón. Los rallamos o los trituramos en una picadora y los añadimos a la sartén, moviendo de vez en cuando para que no se peguen. Ponemos sal y una pizca de azúcar para que la salsa no amargue. Dejamos en el fuego hasta que los tomates hayan perdido agua y la salsa esté espesita. Reservamos.
3. Ahora prepararemos la bechamel. Primero calentamos la leche sin que llegue a hervir.Luego, en una sartén derretimos la mantequilla y añadimos la harina. Tostamos la harina un par de minutos para que pierda en sabor a crudo y vamos añadiendo la leche poco a poco a la vez que removemos con una varilla. Condimentamos con nuez moscada y salpimentamos. Cuando esté espesa retiramos del fuego. Reservamos.
4. Remojamos en agua caliente las láminas de pasta y comenzaremos a montar la lasaña. Untamos la base de la fuente de horno (honda) con un poquito de bechamel.
5. En la fuente colocamos la mitad de las láminas de pasta para lasaña bien ecurridas y repartidas por toda la superficie. Añadimos una capa fina de salsa de tomate y otra de espinacas. Cubrimos con una capa de lonchas de queso.
6. Volvemos a repetir las capas del paso 5 y terminamos cubriendo toda la lasaña con la bechamel.
7. Tapamos la bandeja de la lasaña con papel de aluminio y la llevamos al horno precalentado a 200º durante unos 15 minutos. Abrimos el horno, espolvoreamos con queso rallado, activamos la función de gratinado y cuando el queso esté bien doradito la quitamos (ojo, que casi me despisto y se me quema).
¡Buen provecho!
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