Así, los vinos españoles ganadores del gran premio fueron el tinto Altos de Inurrieta 2002, de Bodega Inurrieta (DO Navarra); el blanco Guitián Fermentado en Barrica 2004, de Bodegas La Tapada (DO Valdeorras); el pedro ximénez Don PX Gran Reserva 1971, de Bodegas Toro Albalá (DO Montilla-Moriles), los generosos Tradición Palo Cortado, de Bodegas Tradición (DO Jerez y Manzanilla de Sanlúcar) y Sacromonte Oloroso, de Bodegas Valdivia (DO Jerez y Manzanilla de Sanlúcar) y el madeira Justinos Madeira-Fine Rich-Old Reserve 10 Years, de Vinos Justino Henriques & Filhos (Madeira, Portugal).
El presidente del concurso, José Luis González Cledera, destacó el éxito de esta VII edición, ya que cada vez tiene una mayor repercusión internacional. Por su parte, el presidente de la UEC, Fernando Gurucharrí, también mostró su satisfacción por la celebración de este evento, tanto desde el punto de vista de organización y de inscripción de muestras como por el nivel de los vinos premiados, tras tres días de "duras catas".
El proceso de selección
En este concurso participaron un total de 60 catadores, procedentes de 20 países que premiaron un total de 381 galardones, frente a los 434 de 2004. La viceconsejera de Economía de la Comunidad de Madrid, Concepción Guerra, también presente en el acto, señaló que "la Comunidad apoya esta iniciativa porque cada vez es mayor el nivel de exigencia".De los premiados, además de los seis Gran Bacchus de Oro, 106 correspondieron a Bacchus de Oro y 269 a Bacchus de Plata. Asimismo, entre las 328 medallas que obtuvieron los vinos españoles resaltan los conseguidos por Castilla y León, con 90; Andalucía, con 42; Castilla-La Mancha, con 38 y La Rioja con 36. Por otro lado, de las 53 medallas otorgadas a vinos extranjeros 25 fueron para Portugal, que se situó por detrás de España en el medallero, seguido por Francia, con seis galardones y Argentina con cinco.
Dar a conocer los vinos españoles
El delegado internacional de la Oficina Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Ignacio Sánchez, destacó la gran calidad de los vinos presentados en este concurso, al tiempo que valoró las excelencias alimentarias españolas con las que "han sido agasajados los catadores". Tanto el subdirector general de calidad y promoción agroalimentaria del Ministerio de Agricultura (MAPA), Javier Maté, como la viceconsejera de Economía de la Comunidad de Madrid, Concepción Guerra, se refirieron a la importancia de este tipo de certámenes para impulsar y dar a conocer los vinos españoles.Maté también quiso destacar la fuerza que están adquiriendo los vinos del Nuevo Mundo en los mercados internacionales, en parte, gracias a que "integran y simplifican los mensajes". Estos caldos son los elaborados en países cuya entrada en la vitivinicultura se debe a la inmigración europea (Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Argentina y Uruguay).
Los organizadores recordaron que estos premios, al igual que en ediciones anteriores, han seguido los criterios establecidos por la normativa de los concursos internacionales de calidad de la OIV, que impone unas calificaciones mínimas para cada una de las categorías.
Así, los Gran Bacchus de Oro se otorgaron a aquellos vinos que obtuvieron al menos 96 puntos sobre 100; los Bacchus de Oro a los que sumaron al menos 90 puntos y los de Plata a los que consiguieron al menos 85 puntos.