Hace poco publiqué unas madeleines de calabaza que os encantaron y por eso me animé a preparar una nueva receta con la que hacer las delicias de todos los amantes de este dulce francés. En esta ocasión he optado por un sabor mucho más universal el cacao, consiguiendo unas madeleines de chocolate que son una auténtica delicia. ¡Os lo aseguro!
Pero siempre que las hago, lo que más me fascina es esa concha de chocolate. En esta ocasión la he hecho de dos colores porque quedan tan bonitas combinadas, que me he enamorado de ellas. Ya cuando las hice me gustaron, pero editándolas me he enamorado del todo de estas madeleines de chocolate. ¿Vosotros qué opináis?
¿Son o no son bonitas?
Las madeleines de chocolate son el acompañmiento perfecto del café mañanero... o de la tarde... o de cualquier hora... ¡o solas! Un aperitivo ideal para dsifrutar del intenso sabor del bizcocho de chocolate con la textura extra de la crujiente concha de chocolate que le da ese acabado fabuloso a las madeleines. ¡No os las perdáis!
MADELEINES DE CHOCOLATE
Dificultad: Fácil
Horneado: 12 mins
Tiempo: 30 mis (aprox)
Temporada: Sin temporada
Raciones: 18 Madeleines
Etiquetas: Postre, Aperitivo
Trotamundos: Europa
INGREDIENTES
125 gr de mantequilla derretida y tostada
Dos huevos
75 gr de azúcar
2 cucharadas de miel
Una cucharada de extracto de vainilla
120 gr de harina de repostería
Una cucharadita de levadura química
Una cucharada de cacao en polvo
80 gr de candy melts rosas
80 gr de chocolate negro
CÓMO SE HACE
- Lo primero de todo, ponemos la mantequilla en un cazo y la derretimos, sin parar de calenta hasta que tome un color tostado y huela a frutos secos. ¡Cuidado de que no se os queme! Retiramos del fuego y dejamos enfriar por completo. Podéis hacerlo un rato antes.
- En un bol, tamizamos la harina, el cacao, la levadura y la sal. Reservamos.
- En otro bol mezclamos el azúcar y los huevos y batimos con las varillas durante unos 4-5 minutos, hasta que tripliquen o cuadrupliquen su tamaño inicial.
- Añadimos entonces el extracto de vainilla y la miel y batimos un poco más hasta que queden perfectamente combinados.
- Añadimos los ingredientes secos que teníamos reservados en dos tandas y mezclamos con ayuda de una espátula con movimientos envolventes.
- Añadimos la mantequilla ya templada y mezclamos con la espátula hasta incorporar por completo, con suavidad para que no baje mucho la mezcla.
- Metemos la masa durante unas 4 horas en la nevera (puede conservarse en el frigorífico hasta 2 días). Quedará bastante dura, no os preocupéis.
- Precalentamos el horno a 220ºC y engrasamos un molde especial para madeleines con una buena capa de spray desmoldante e introducimos en el congelador.
- En cuanto el horno haya alcanzado la temperatura, retiramos la mezcla y el molde del frío y repartimos la masa por igual entre cada una de las cavidades del molde, procurando que no llegue al borde. No hace falta alisar la masa, se repartirá una vez entre en el calor. Con una cucharada de masa será suficiente por cavidad. Podemos hacerlo con una manga pastelera para mayor precisión.
- Bajamos la temperatura del horno a 200ºC y horneamos durante unos 10 minutos hasta que se haya formado el típico copete en el centro de cada concha, la superficie se haya dorado ligeramente y los bordes queden más tostaditos y crujientes.
- Retiramos del horno y desmoldamos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Una vez frío el molde, derretimos los candy melts por un lado y el chocolate por otro. Rellenamos una manga pastelera y vamos añadiendo a cada cavidad del molde una buena cantidad: rosa o chocolate negro. Presionamos las madeleines sobre el chocolate derretido, dejando el copete arriba, y permitimos que el chocolate cubra todo el hueco del molde ayudándonos de la madeleine.
- Dejamos enfriar por completo y desmoldamos con cuidado. Si el chocolate está bien frío desmoldará fácilmente y estará bien adherido a las madeleines.
- Servimos a temperatura ambiente.
¡A disfrutar!
TRUCOS Y CONSEJOS
Podéis usar el chocolate que más os guste en vez de candy melts.
Podéis añadir una cucharadita de café soluble para darle un punch difernete de sabor.