Estas magdalenas van con almendra molida con piel y es que de manera tradicional en mi pueblo siempre se han hecho así, supongo que es porque la piel de la almendra siempre contribuye a que no se sequen y aguanten mejor el paso de los días.
En la receta original el líquido que pone Josefa es zumo de naranja, que para los que no toman leche es ideal pero yo preferí poner leche.
Ingredientes:
4 huevos.
200 grs. de azúcar (y algo más para poner un pellizco sobre las magdalenas).
110 grs. de aceite.
150 grs. de harina.
100 grs. de almendra molida con piel.
1 sobre de levadura Royal + una cucharadita de bicarbonato.
80 grs. de leche entera.
La ralladura de 1 limón
Preparamos las cápsulas de papel en los moldes para magdalenas.
Encendemos el horno a 180 grados.
Tamizamos la harina junto con el impulsor (Royal) y el bicarbonato. Añadimos la almendra molida y removemos con una cuchara para que no haya grumos de almendra.
En un bol ponemos los cuatro huevos con el azúcar y lo batimos hasta doblar su volumen. Añadimos el aceite y lo seguimos batiendo. Esta operación conviene hacerla con una batidora eléctrica para no tener agujetas en el brazo al día siguiente, je, je.
Añadimos la ralladura de limón y los ingredientes secos poco a poco y vamos incorporándolos con cuidado con una espátula, cuando esté la crema lisa se añade la leche y se remueve un poco más y ya lo tenemos listo.
Rellenamos las cápsulas que hayamos elegido hasta 3/4 partes y le ponemos un pellizco de azúcar por encima. Las metemos en el horno unos 20-22 minutos a 180 grados con calor arriba y abajo.
Cuando las pinchemos y el tester que usemos salga seco (yo lo hago con una brocheta), las sacamos del horno y las pasamos a una rejilla para que enfríen. Y nada ... a disfrutar con las mejores magdalenas de almendra que hayáis probado.
No tengo muchas fotos porque la verdad es que no esperaba que estuvieran tan buenas pero cuando las probamos pensé que se merecían un post rápidamente, y aquí lo tenéis.Bye.