Almendra, azúcar, ralladura de limón y patata cocida, son los cuatro ingredientes que se necesitan para hacer unos mazapanes caseros únicos y deliciosos.
Su elaboración no es nada complicada y el resultado es muy bueno, es un mazapán diferente por el toqué de la patata y puedo decir que a medida que pasan los días esté mazapán va tomando cada vez más sabor y textura.
Espero que os animéis a preparar estos deliciosos mazapanes de Soto y os gusten tanto como a mí!
(Con estás cantidades salen 31 mazapán)
Ingredientes:
300 grs. de almendras crudas sin piel molidas.
200 grs. de azúcar glas.
65 grs. de patata cocida (estrujada con un tenedor).
La ralladura de medio limón.
Obleas o galletas para sándwich de helado (yo he usado galletas para sándwich de helado).
Ingredientes para el almíbar:
100 grs. de azúcar.
100 ml. de agua.
Ingredientes para pintar los mazapanes:
1 yema de huevo.
1 Cdta. de leche.
Preparación:
En un cazo echamos el azúcar junto con el agua y ponemos a fuego medio hasta que se forme un almíbar (dejamos de 8 a 10 minutos desde que empiece a hervir), retiramos del fuego y reservamos.
Ponemos en un bol amplio la almendra molida, el azúcar glas y la ralladura de limón, mezclamos bien y añadimos la patata cocida, mezclamos todo hasta formar una masa manejable (aunque parezca que necesita más patata no hace falta añadir más, solo hay que amasar con las manos y la almendra soltará aceite y se formará una masa homogénea).
Estiramos la masa con un grosor de 2 centímetros y cortamos con un cortapastas de 3 centímetros de diámetro por 3 centímetros de alto.
Con el mismo cortapastas cortamos las obleas o las galletas de helado y ponemos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear, encima de cada galleta ponemos un mazapán.
Mezclamos la yema de huevo con la cucharadita de leche y pintamos los mazapanes por encima.
Metemos en el horno precalentado a 220° grados, de 8 a 10 minutos o hasta que veamos que se doran por encima.
Sacamos del horno y dejamos reposar la bandeja sobre una rejilla 5 minutos, luego los pasamos a la rejilla y dejamos templar.
Pasado el tiempo, los bañamos en el almíbar boca abajo y los ponemos en la rejilla hasta que se sequen y enfríen por completo (3 horas más o menos).