Los menús no son los adecuados, las cantidades escasas, la comida mala y de baja calidad.
Y os preguntaréis que cómo se todo esto. Pues fácil, estoy metida en el AMPA y tenemos una comisión de comedor. Son dos madres que de vez en cuando, y sin avisar, se presentan allá para comer lo mismo que los peques.
En una de las últimas reuniones nos estuvieron diciendo que una de ellas había sido incapaz de comerse algo que le dieron como pollo rebozado. Que le entraron hasta arcadas. La otra decía que ella se lo había comido aunque no le gustaba nada, pero por no hacer que los niños de alrededor protestaran, no le había quedado más remedio.
Nos han explicado que ponen muy poca cantidad de segundo plato y que si en el primero tiene que haber algo de pescado o carne (como un guisado) lo que predominan son las patatas frente a dos miserables trocitos de carne.
Hemos tenido quejas de tortilla agria, macarrones con sabor a tabaco, cambios en el menú sin previo aviso... Tantas quejas desde hace ya años, que el año pasado decidimos pagar una nutricionista para que nos mirara el tema.
La conclusión fue clara: menú poco variado, poca ingesta de pescado azul, poco calórico... Vamos que no había nada bueno. Se habló con la dirección del colegio y con la empresa de comedor, y algo se consiguió: quitaron la gelatina y pusieron yogur!
En fin, que es un desastre, y que pese a que en un principio pensábamos que éramos afortunados porque a nosotros no nos iba a afectar la mala cocina de Serunion (que así se llama la maravillosa empresa), ha resultado que estamos igual de mal que el resto de colegios.
Y os preguntaréis que qué me ha dado para explicaros esto. Era para poneros en antecedentes. Desde hace como mes y medio me estoy trayendo a comer a casa a una niña de la clase de Gorka. Ella no quería quedarse en el comedor y yo había comentado que no me importaría traerme a algún niño a casa. Gorka estaría más entretenido (muchas veces me dice que le gustaría haber tenido un hermano, pero que sabe que no puede ser), y si yo me sacaba unas "pelillas" pues tampoco estaría nada mal. Así que la mamá de Marta me preguntó y yo le dije que si encantada.
Marta es un solete, y aunque ahora ya tiene total confianza e intenta "colármela", sabe que es como si estuviera en el comedor del cole, donde hay que comerse lo que te ponen en el plato te guste o no. La diferencia es que la mayoría de los días se llevan algún premio: unas natillas caseras, un batido de frutas y leche recién hecho o fruta con chocolate deshecho por encima. Marta encantada y Gorka aprendiendo a comer cosas que hasta ahora no probaba, pero que al ver a la otra niña, se anima.
Así que esto nos está beneficiando a todos.
Y ahora a la entrada de hoy propiamente dicha. Como en los comedores escolares montan menús para que los padres sepan lo que comen los niños, yo hago lo mismo pero en vez de hacerlo mensual lo hago semanal. Si os parece bien, a partir de ahora intentaré poneros el menú de cada semana, y así tenéis algo para coger ideas, que a veces nos quedamos en blanco, y nos pasamos media mañana abriendo y cerrando la nevera en busca de inspiración para la comida, y de esta manera podréis mirar los menús y copiarme.
Aquí tenéis el de esta semana:
Perdonad la foto, pero todavía estoy haciendo pruebas para cambiar de documento de Word a imagen...?