Me ha parecido buena idea ir enseñandoos, de vez en cuando, los diferentes utensilios de cocina que habitan la mía y explicando para qué pueden servir y si realmente son útiles o no. Porque, he de confesarlo, no uso todos los cachivaches -huy, perdón, utensilios- que atesoro en mi cocina como si me fuera la vida en ello.
Así que, a partir de hoy, una vez al més, más o menos, os hablaré de mis utenslios de cocina y he decidido comenzar por los peladores por un solo motivo, ¡¡tengo muchos!!
Se trata de un instrumento que sirve para pelar verduras. Pues vaya, eso lo hago yo con un cuchillo.
Sí, pero no. Los peladores cortan una capa muy fina, finísima de la piel de las verduras, con lo cual desechamos una parte mínima de ella. Además, en caso de verduras con la piel muy dura, como la calabaza, son casi imprescindibles. Siempre y cuando hablemos de un pelador bueno capaz de pelarla, porque hay algunos... Sí, si tienes un pelador malo, usa un cuchillo bien afilado.
Os presento mis peladores. Esta es la colección completa que tengo en casa. ¿Qué os parece?
Ahora os iré hablando uno a uno sobre ellos, de derecha a izquierda.
Os presento al horroroso pelador, este es una pesadilla. Hasta hace unos días me preguntaba porqué aún lo conservaba. Cuando se me ocurrió la idea de esta entrada lo entendí ;)
Como véis en la imagen, tiene una especie de sierra por el lado opuesto a la cuchilla. A día de hoy no he conseguido para saber para qué sirve, más allá de clavárseme en los dedos cuando intentaba usarlo.
Nada cómodo. No os lo recomiendo.
Este fue el segundo que compré. Es cómodo porque se engancha en el dedo como un anillo con la arandela que se ve en la primera foto y queda fijado a la mano, evitando que se mueva.
Fácil de usar, minimiza el riesgo de accidentes porque va muy protegido por la cubierta plástica. Puede ser apto hasta para que lo usen los cachorritos, pero no vale para pelar piezas grandes, como una calabaza por la forma de agarre.
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Este me lo compré en la playa y es imitación de una famosa marca de cuchillos de cerámica. Corta bastante bien, el mango es cómodo y suave, pero no se desliza; el cabezal es oscilante para facilitar la labor.
Una pega: al ser de color blanco la cuchilla se va tiñendo del color de las hortalizas y, aunque no sé si se aprecia en la imagen, ahora mismo lo tengo de color anaranjado por culpa de las zanahorias que es una de las hortalizas para las que más uso este tipo de peladores.
Me gusta.
Y ahora os presento a mi favorito. Un pelador súper afilado que permite hacer tiras muuuuuy finas, pero finísimas de vegetales con la que se puede pelar incluso una piña. Palabrita.
El cabezal es también oscilante y tiene muchos accesorios que nos permiten un montón de funcionalidades más, como picar ajos o hacer bonitas decoraciones en frutas y verduras (aunque en este tema aún no he experimentado). Podéis ver, como ejemplo este vídeo
Como conclusión rápida os diré que un buen pelador me parece muy útil en la cocina. Pelar las zanahorias o los calabacines o incluso las manzanas del postre del cachorrito mayor, es mucho más rápido con un cacharrito de estos y, además, se desperdicia mucho menos producto que con un cuchillo.
¿Qué si es indispensable? No, claro, se puede usar un buen cuchillo bien afilado, pero por el precio que tienen, yo tendría uno en casa. No es necesario que tengáis cuatro como yo, jijiji, pero uno, ¿por qué no?
¿Tú usas pelador de verduras? Puedes contarme tus impresiones.
¡Feliz semana!