Era/es alguien que disfrutaba mucho de las pequeñas cosas de la vida, cosas que muchos pasamos por encima y no damos tanta importancia, cualquier rincón, plato, postre, personas que conocía en los viajes que hacía o momentos que compartía con toda la gente que hemos disfrutado con él y de él los daba un valor superlativo.
Siempre ha disfrutado mucho de mis jurricheos gastronómicos, ya que también ha sido de los que más han podido probarlos, tanto los hits, como los más corrientes, como la pasta con mis salsas especiales o mi tortilla de patatas, de la que siempre decía a todo el mundo que estaba tan buena o mejor que las de nuestra Madre o nuestra tía Conchi, que pertenecen al Olimpo selecto de las tortillas de patatas.
Pan elaborado en casa, muy fácil. En homenaje a mi hermano Pepe Por eso, podría hacer el homenaje con muchos de los platos de los que le gustaban, aunque si había algo que le entusiasmaba y sin la que no podía pasar es el pan. Recuerdo muchas ocasiones de irse a por pan a las 11 de la noche o a la hora que fuera, porque llegaba a casa y no había o quedaba poco. Quienes le conocemos, nos vendrá su imagen comiéndose casi una barra él solo o mojando su pan con tomate u otra salsa que pillara hasta dejar el plato limpio.
Nunca había probado a hacer pan, y el destino quiso que la primera vez que lo intentara, fuera además la última que pude hacer algo y que mi hermano Pepe también pudiera probar. Una pena que no lo pudiera disfrutar como merecía, dijo que «qué lástima que me pille en una mala época, porque está buenísimo, ya vendrá otro momento que lo disfrute más». Bueno, ahora estoy convencido, que donde esté, seguro que tiene una panadería cerca.
Cómo hacer pan casero
Pan Casero homenaje a Pepe
Imprime Esto Personas: 4 Tiempo Prep: 1H30M Tiempo Cocinado: 30MINGREDIENTES
Harina de Fuerza 000. 500gr
350 ml Agua
Levadura de panadería 1 sobre 5 gr
Sal 8 gr
INSTRUCCIONES
Preparamos los ingredientes que integramos y mezclamos
Mezclamos la sal, levadura y harina en un bol grande, al que añadimos poco a poco el agua. Mezclamos todo con una cuchara grande hasta conseguir integrar todos los ingredientes.
Pasamos esta mezcla a una encimera enharinada y amasamos estirando y dando forma con las manos hasta obtener una masa consistente. Al final tendremos una masa a la que damos forma de bola, que cubrimos con aceite y metemos en un recipiente cubierto con papel film, dejando reposar unos 30 minutos a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo volvemos a la mesa y dividimos en dos porciones iguales, dando forma de bola igual que antes.
Dejamos reposar, dividimos y damos forma
Envolvemos cada una de las bolas en un trapo al que previamente hemos enharinado y los dejamos reposando en un recipiente durante otros 30 min. Este tiempo lo aprovechamos para pre-calentar el horno a temperatura máxima.
Envolvemos en un trapo y dejamos reposar
Tras estos 30 minutos disponemos las masas, a las que hemos hecho unos cortes arriba, en una bandeja o bien en un recipiente. Sea de una manera o de otra, cubriremos las masas con un recipiente metálico o de cristal y pondremos unas gotas de agua sobre las masas justo antes de meter al horno.
Hacemos unos cortes antes de hornear
Horneamos de esta manera a potencia máxima durante 15 minutos, y justo ahora destapamos las masas, que tendremos en el horno otros 15 minutos más a temperatura media o hasta que consideréis que tienen el tono de tueste que os guste.
Y ya está, así de simple es hacer un pan que está riquísimo, casero y que os aguantará 4 o 5 días y como dicen muchas abuelillas, es «pan pan».
Las circunstancias han hecho que estos últimos meses no haya mantenido muy activo el blog. Espero poder publicar con más regularidad a partir de ahora. Este ha sido el artículo que más difícil me ha resultado escribir. No por el texto en sí, que me ha salido casi de corrido, si no emocionalmente. Las sonrisas y las lágrimas han ido surgiendo en distintos tramos del mismo.
Espero que lo entendáis, pero los abrazos jurricheros hoy van sólo para ti, Pepito.