¡Me encanta el pan casero! Es casi mágico hacer pan, cómo con unos pocos ingredientes puede resultar algo tan rico, y sin conservantes ni más aditivos que la levadura, la sal y el agua. Además, al contrario que el pan precocinado de supermercado, el pan casero aguanta perfectamente varios días y en caso de necesidad se puede congelar sin problemas. En el blog tenéis algunos ejemplos de mis panes de molde caseros favoritos, como el pan de molde integral de centeno o el pan de molde casero. Como veis, en ambos he empleado la panificadora, uno de los electrodomésticos a los que he dado más uso. Yo me decidí por comprar una de Unoldporque sus cubetas son sin Teflón.
La ventaja que tiene es que no necesitas estar pendiente del horno, pues hornea ella sola el pan. Incluso puedes programarla de tal manera que puedes tener pan recién hecho por la mañana. Eso sí, la forma siempre será rectangular, como el molde de la panificadora, así que si quieres un pan redondo, por ejemplo, tienes que esperar a que acabe el amasado, sacar la masa, darle forma redondeada tensionándola para que la miga salga bien blandita, greñarla (darle unos cortes por encima) y hornearla a 220º con calor arriba y abajo 20 minutos o hasta que veas la certeza dorada y con un recipiente con agua dentro del horno. Con estos pasos obtendrás un pan redondo espectacular. Os aseguro que es más fácil de lo que parece.
Si no tenéis panificadora pero sí Thermomix o Monsieur Cuisine Plus, podéis mezclar los ingredientes en vuestros robots, amasar dos minutos, dejar que doble su tamaño, volver a amasar otros dos minutos, sacar la masa, darle forma, esperar que doble su tamaño de nuevo y hornear siguiendo los pasos anteriores.
Y si queréis hacerlo a mano, tan fácil como mezclar los ingredientes secos y después añadir el agua y amasar bien, respetando los levados de la masa. De verdad que no hay excusa para probar a hacer pan en casa. Os aseguro que los resultados serán espectaculares.
Si queréis hacer pan de pueblo con ese sabor tan característico y auténtico solo tenéis que añadir harina integral a la harina que utilicéis. A mí me gustan especialmente las harinas de El amasadero. Para esta receta podéis usar harina panadera, pero como este es una receta para recién iniciados en el mundo panarra, utilizaremos harina de fuerza, que hará que la masa sea más manejable y tenga un levado generoso. Incluso si optáis por amasarla a mano, esconderá los posibles errores de principiante. Eso sí, utilizaremos más levadura de panadero y más agua de la que usaríamos con una harina panadera.
Ya solo nos quedan los ingredientes. Para hacer este pan de pueblo fácil necesitáis:
300 gr de harina de fuerza.
300 gr de harina integral de fuerza.
450 gr de agua.
Un pellizco generoso de sal (unos 5 gr).
Un pellizco de azúcar.
7 gr de levadura de panadero seca o 21gr de levadura prensada fresca. Ya solo quedan mezclar los ingredientes. En panificadora acordaos primero de echar el agua y después el resto de ingredientes. El programa que he usado para este pan es el 1 (el básico), tostado medio, pan de más de 750 gr (tipo II). En algo más de tres horas, este ha sido el resultado. Un pan de miga esponjosa, de buena presencia, con un sabor increíble. ¡Y no os digo nada de cómo huele la casa!
NOTA:
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