Me encanta todo lo que rodea a la Semana Santa, incluidos sus platos típicos. Y entre ellos, las torrijas están en la primera posición sin duda. No soy muy dulcera, pero cada Semana Santa me tomaba al menos una torrija de una de las confiterías con más solera del centro de Málaga, de madrugada, mientras esperábamos que llegase alguna cofradía con sus tronos maravillosos. El Coronavirus nos ha quitado eso ya durante dos años, igual que tantas cosas. Y la prohibición de tomar gluten ha hecho el resto. Así que era inevitable quitarme el deseo de torrijas y la única posibilidad lógica era hacerlas en casa.
Hacer torrijas 100% vegetales tiene su dificultad, pero para mí la realmente difícil es hacerlas sin gluten. Ya os conté que hornear sin gluten me parece una de las cosas más difíciles que he hecho. Por eso, cuando conseguí hacer este Brioche sin lácteos, sin gluten y sin huevos (pinchad en el nombre para ver la receta), con este Mix casero de harina repostera sin gluten, o este , con este Mix casero de harina panificable sin gluten, lo compartí rápidamente en el blog, en mi Instagram y en mis grupos de cocina de Facebook: si podía ayudar a alguien que como yo se viese perdido en este mundo del “singlutenismo” y que además no comiese productos de origen animal, merecería la pena.
Así que aquí me tenéis, compartiendo estas riquísimas torrijas veganas y sin gluten. Sé que hay quien piensa que si no llevan leche ni huevos jamás serán torrijas. Bueno, para mí lo son: se hacen con rebanadas de pan, siguiendo el mismo procedimiento que las tradicionales, y su sabor y su olor son indiscutiblemente a torrijas. Es como si a las torrijas hechas en el Varoma no pudiéramos llamarlas torrijas porque no van fritas: como filóloga sé que la economía lingüística es fundamental para la comunicación. Por eso “torrijas” es más correcto para mí que decir: “rebanada de pan bañada en bebida vegetal, azúcar y canela y frita en aceite de oliva virgen extra”.
Dicho esto, la verdadera dificultad para mí de esta receta no es su nombre, sino el pan que se usa en ella: el pan sin gluten no tiene nada que ver con el pan “normal”. Así que si encontrar un buen pan sin gluten es complicado (por eso lo hago en casa) encontrar un pan especial para torrijas es tarea imposible. Por eso pensé en este Brioche sin lácteos, sin gluten y sin huevos. Es un pan con miga más densa que el Brioche francés en Thermomix fácil y rápido que os puse hace unos meses, pero aún así es suave, delicado y sabroso. Ideal para tomarlo con dulce, salado, o para mojar sus rebanadas en leche vegetal y hacer torrijas.
Para hacer estas ricas torrijas necesitaréis:
Brioche sin gluten y vegano cortado en rebanadas.
Un vaso de bebida vegetal.
Una cucharada de azúcar.
Una rama de canela.
Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
1º. Calienta la bebida de soja con el azúcar dos minutos en el microondas y añádele después el palito de canela. Deja que infusione durante unos minutos.
2º. En un plato hondo introduce las rebanadas de brioche y cúbrelas con la bebida de soja. Déjalas que empapen bien hasta que estén blanditas.
3º. En una sartén caliente vierte una cucharada de aceite de oliva virgen extra y dora las torrijas por ambos lados.
4º. Cuando estén listas, pon papel absorbente en un plato y coloca allí las torrijas para recoger el exceso de aceite.
5º. Sirve con una cucharada de la bebida vegetal que usaste para bañarlas por encima. Puedes rebozarlas en azúcar o en sirope de ágave, o dejarlas así, como yo he hecho. ¡Verás qué ricas!
Al no llevar huevo y no ir fritas en grandes cantidades de aceite tienen muchas menos calorías, así que no tienes excusa para no prepararlas y disfrutar de unos de los dulces típicos de estas fechas.
Pruébalas como aparece en la foto, con una fresa cortada por encima y una cucharada de mantequilla de cacahuete sin azúcar. Y si tienes quinoa hinchada, ponles unas bolitas por encima. Las transformarás en todo un manjar para un desayuno o una merienda especiales. Y con muy poco esfuerzo y muy poco dinero. Y si no tienes quinoa hinchada, ponles algunos cereales crujientes por encima, o incluso unas nueces. ¡Quedan espectaculares!
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