La receta de esta semana está aquí de refilón y es que muchas veces preparo recetas que luego no fotografío y, por tanto, no llegan a aparecer en el blog.
En esta ocasión se trata de unos panecillos blanditos, esponjosos y jugosos. Como llevan una proporción muy baja de azúcar están muy buenos tanto con dulce como con salado. En esta ocasión los hemos comido para cenar con un poco de fiambre y queso, pero sin relleno y solos también están muy ricos.
El porqué de esta receta se debe a que con el calor del verano apetece menos utilizar el horno y yo lo he notado, sobre todo, en las ganas de preparar pan . Como lo hago menos a menudo, mi pobre masa madre se queda en el frigorífico mucho tiempo muerta de risa y cuando la refresco le cuesta mucho volver a la vida. Me da mucha pena estar desechando parte de masa madre al hacer los refrescos, así que a veces, no desecho nada y después de un par de días preparo alguna receta de este tipo con esos “sobrantes” que se van acumulando en el bote. Vamos, que en realidad no voy buscando preparar una receta concreta, sino que con la excusa de refrescar la masa madre improviso algo.
Estos panecillos no son exactamente pan de hamburguesa ni bollos suizos, sino algo intermedio. Mejor no ponerle un nombre concreto, sino prepararlos y disfrutar
Panecillos
Prep: 40 min Reposo: 2 horas, 20 min Horno: 15-20 min 10 unidades Dificultad: Baja
Ingredientes
120 gr masa madre
280 gr harina
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de sal
2 huevos L
60 ml de leche
40 g mantequilla
1 cucharadita de agua de azaharElaboración:
Batir los huevos y reservar un poco para pincelar los panecillos antes de hornear. Mezclar los huevos con la masa madre, el azúcar, la harina, la leche y el agua de azahar. Amasar durante 10-15 minutos hasta obtener una masa elástica y suave. Dejar reposar 30 minutos en lugar cálido y cubrir con un paño húmedo para evitar que se reseque.
Añadir la mantequilla y la sal. Amasar durante otros 5-10 minutos hasta integrar la mantequilla completamente. Dejar reposar nuevamente durante unos 40 minutos (o hasta que aumente su volumen hasta casi duplicarlo)
Dividir la masa en porciones de igual peso (yo obtuve 10 panecillos). Bolear las porciones y darles un poco de tensión (pellizcar un poco de masa de los extremos y llevarla hacia el centro, y repetir este proceso varias veces por todo el borde de la porción de masa). Dejar reposar de nuevo durante 1 hora o 1 hora y media (hasta que dupliquen su volumen).
Pintar con huevo los panecillos y cortar levemente la superficie. Hornear 15-20 minutos a 190ºC o hasta que estén dorados. Colocar sobre una rejilla los panecillos y dejarlos enfriar.
Notas:
Los tiempos de reposo son aproximados, pues en verano en menos tiempo quizás la masa ya esté lista y en invierno puede ser necesario alargar los tiempos de reposo.
Las cantidades indicadas son las que yo he utilizado, pero entiendo que según el tipo de harina puede necesitar más liquido (leche) o menos. Siempre es mejor corregir con el líquido, por lo que es preferible mezclar todos los ingredientes menos la leche y luego incorporarla poco a poco hasta obtener las proporciones adecuadas de líquido. (Las proporciones que yo he indicado tienen una proporción del 60% de líquidos).