Que a estas alturas del blog os cuente que me encanta el chocolate, no es ninguna novedad.
Aunque mis gustos han ido cambiando con el tiempo. De chinija me entusiasmaba el chocolate con leche, pero ahora, si puedo elegir, me decanto por uno más concentrado, y cuanto más cacao lleve, mejor.
Se ve que con los años me estoy curtiendo {risas}
Bueno, pues la receta de hoy es de aprovechamiento y pura improvisación. El Domingo pasado tuve que salir, y le pedí a mi hija que hiciese en la panificadora, la masa del pan de hamburguesas No sé lo que pasó, bueno, si lo sé.....que las notas de recetas que voy dejando por todas partes, sólo las entiendo yo, están llenas de
Y por más que me lo propongo, en ésto, no tengo remedio.
Así que cuando llegué a casa, aquél mejunje estaba líquido, le tuve que añadir un paquete entero de harina, ajustar proporciones de los otros ingredientes y conseguir que la masa que necesitaba, cobrase forma. Pero había tanta......que cuando ya había dado forma a veinte panes de hamburguesas, y viendo que quedaba todavía la mitad en la cubeta, me planté.
No sabía qué hacer con tal compuesto, pero tirarlo no entraba en mis planes. Así que en esos momentos, lo mejor es respirar profundamente y dejarse llevar. Abres el armario especial {donde tengo todos los moldes y potingues pasteleros} y empiezas a seleccionar lo que crees que irá bien: la lata de Cacao Puro Valor, el bote de canela, el de vainilla, azúcar, un poco de coco rallado y un trozo de tableta de chocolate negro al 70% postres, también de Valor.
Y ahora llega el momento de cruzar los dedos y esperar que la cantidad que le has ido añadiendo de cada ingrediente, sea la acertada y que el resultado esté tan rico como has imaginado.
Como todo salió bien, por eso os lo cuento, que los fiascos ya me los guardo para mí solita ¿qué creíais? una tiene su orgullo :)
Vamos con la receta.
**Si eres de las que te gustan las cosas bien dulces, añade 50 grs. más de azúcar y el chocolate troceado con menos concentración de cacao.
Pondremos todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora, menos el chocolate troceado.
Elegimos el programa de masas, que dura quince minutos, cuando le quede dos minutos para finalizar, añadimos el chocolate troceado.
Una vez fuera de la cubeta, separamos porciones de 60 grs.
Ponemos un poco de aceite de girasol sobre la encimera, ya que es una masa blanda y como no podemos poner harina para no manchar los panecillos, necesitamos deslizarla al ir formándolos. Para no manchar tampoco mi rodillo de cocina que es de madera, he estirado las porciones con un bote de cristal.
Si vas a hacer la masa a mano, utiliza un cuenco grande donde te quepan todos los ingredientes y amasa hasta que veas que tiene la suficiente consistencia y no se pega a las manos. Te aconsejo que te pongas unos guantes, porque el cacao puro, mancha bastante.
Y ahora vamos a darle forma a estos panecillos:
Dejamos que hagan un levado para que doblen volumen, han necesitado sobre una hora.
He pintado con huevo los panecillos a los que he añadido coco, los otros los he dejado tal cual, pero me parece que la próxima vez los pintaré también, quedarán más brillantes.
Precalentamos el horno a 180º y los vamos dejando sobre la bandeja del horno, que habremos cubierto con papel. Los horneamos entre quince y veinte minutos con calor arriba y abajo, en posición media alta.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla y listos para disfrutar.
Para darles la forma, me he copiado de mi amiga María que el otro día en su blog Cosicas dulces....... y alguna salada, hizo unas espirales y me encantó el resultado.
Vamos que esa receta la tengo que hacer, pero de momento la forma, me vino de perlas para el desaguisado del Domingo.
Espero que os guste y que os animéis, estaban bien ricos......menos mal que me comí el trocito que veis partido en la foto, porque cuando volví a por otro, habían volado.