Mejor de Cochino Negro Canario, ¡donde va a parar!
Un clásico en Canarias, aunque mucha gente la prepara para Navidad, la verdad es que la pata de cerdo asada es una habitual de nuestra nevera, pero la de supermercado, ya lo de hacerla uno mismo en casa, se deja para celebraciones de cualquier tipo.
Una buena mesa canaria sin un platito de pata, como que no es lo mismo. Al igual que un desayuno con pata asada, queso y un poco de picante... gloria bendita.
Aquí les dejo la receta
INGREDIENTES
- 1 Pata asada CON HUESO de unos 5/6 kilos.
- 1 Cabeza de ajo
- Manteca de Cerdo
- Sal gruesa
- 1 L. de agua
- 1 Vaso vino blanco (200 ml)
- Aceite o Manteca para la bandeja de horno
ASI SE HACE
Mi primer consejo, es que lleven una cinta métrica cuando vayan a comprarla para que se aseguren que les cabe en el horno, que más de un disgusto se ha llevado la gente con ese asunto, al comprarla, preferentemente que sea de cochino negro canario que es más sabrosa, la de cochino blanco también está buena. Ah y con hueso, que es mucho más sabrosa, claro.
El carnicero tiene unos magníficos cuchillos, así que digan que le haga muchos cortes en la piel, de unos 3x3 cm sin llegar a la carne, para que salgan de ahí unos exquisitos chicharrones.
Ya en casa, hacemos agujeros en la pata por varios sitios y ahí introducimos en cada uno un diente de ajo pelado, esto al gusto.
Untamos bien toda la pata con manteca y le aplicamos una generosa capa de sal gruesa.
También untamos el recipiente en el que la vayamos a asar, o bien de aceite o bien de manteca, yo prefiero esto último, no es día para andar contando calorías.
Y al horno con ella, no olviden, la carne siempre antes de cocinarla, tiene que estar a temperatura ambiente, sáquenla de la nevera con la antelación necesaria.
HORNEAR
Aquí las grandes preguntas ¿a qué temperatura? ¿cuanto tiempo? ¿cuando se que está la carne en su punto?
Y aquí las grandes respuestas:
Temperatura: Primero precalentar el horno durante 20 minutos a 200 grados, en eso hay un acuerdo común por parte de todo el mundo. Ahora otra cosa es temperatura y tiempo. Lo normal es una hora por kilo, si pesa 5 kilos, 5 horas, 6 kilos, 6 horas y así.
La cocción se empieza a 200º y a la hora la podeis bajar a 190º, estad pendientes de que no se seque la bandeja, siempre deberá tener agua en el fondo unos 2 ó 3 dedos. La pata, mientras se va asando, suelta agua, que es parte de su jugo, pero según se va asando chupa su propio jugo. Cada vez que se le añada agua, que sea caliente y echad con ella un poquito de vino blanco.
Cuando ya se aproxime la hora estipulada, pinchad la pata con una aguja larga de esas de hacer punto, o un pincho largo y fino de los que se usan para los pinchitos morunos, y cuando veáis que no sale agüilla, es que ya está. Yo prefiero usar un termómetro de cocina de esos que se compran baratos por cualquier tienda de chinos cerca de casa, cuando pincho la carne y está a 70º, para mi, que no me gusta muy echa, está perfecta, si te gusta medio echa a 80º y si te gusta muy echa a 85º, así no te equivocas nunca.
Lo que era la piel (debe estar todo dorado y si se toca con un tenedor de los de madera sonará a hueco, es decir que está asado. La corteza queda churruscada, sabrosa y deliciosa. Veréis que se desprende casi sola, se le sacude la sal gorda que le puede quedar pegada y a comer.
¡Qué aproveche!
*Nota: Como sabéis, cada horno es un mundo, fuego arriba, fuego abajo, ventilador, etc. Os aconsejo ponerlo en automático: fuego arriba y abajo igual y si hay ventilador, pues con ventilador. Así es perfecto porque el calor está parejo dentro del horno.
Si observáis que le falta tiempo y la corteza ya está muy dorada, tapadla con papel de aluminio para que no se queme. Una vez asada la pata, sácala a una bandeja y empezad a cortar como si fuera jamón, en lonchas finas, con un cuchillo jamonero, por la parte más ancha, la contraria al codillo.