Con respecto a las salsa brava hay varias versiones, unas con tomate y otras sin él, opción por la que me he inclinado. La verdad es que me ha parecido sorprendente.
El color característico de esta salsa se lo aporta el pimentón, o lo que es lo mismo, paprika, el toque de picante también, ya que usaremos una mezcla de pimentón dulce y picante.
Esta salsa la he tomado prestada del blog Directo al paladar, es muy sencilla de hacer, y no tiene nada que ver con las salsas que venden ya preparadas, ya veréis.....
Otro día prepararé la versión con tomate, así podremos comparar las dos, ya os iré contando. Así que paso a explicaros.
Ingredientes:
2 o 3 patatas
1 cucharadita de pimentón dulce
2 cucharaditas de pimentón picante (esto es al gusto)
2 cucharadas de harina
750 ml de caldo de pollo (o agua con una pastilla de caldo)
80-100 gr de cebolla
Aceite de oliva
1. - Cortamos y troceamos muy menuda la cebolla y la ponemos a fuego medio suave, para que se hagan pero sin tomar color.
2. - Cuando ya empiece a estar transparente, le añadimos el pimentón y la harina y removemos bien, dejándolo un par de minutos.
3. - Le vamos añadiendo el caldo poco a poco, si de una bechamel se tratase, porque en realidad es una especie de bechamel pero elaborada con caldo, lo que se llama velouté.
4. - Vamos dejando cocinar unos 10 minutos, hasta que hayamos terminado con el agua y la harina se haya cocinado.
5. - Trituramos y pasamos por un colador para que quede fina.
6. - Y por otro lado cortamos las patatas en trozos ni muy pequeños ni muy grandes, que se puedan comer de un bocado. Y las freímos a fuego medio, hasta que estén a nuestro gusto.
Las servimos con salsa por encima.......
Y servimos bien calentitas!!!!
Alguien se apunta?????