En esta ocasión te presento la versión sin azúcar. En su lugar, para dar dulzor he añadido plátano y jugo concentrado de manzana, pero más adelante te enseñaré la versión con dátiles y plátano que también está muy rico. De todas maneras tengo pendiente probarlo con orejones y añadirle frutos secos a trocitos, porque seguro que un toque crujiente le irá de maravilla. Eso sí, me esperaré a que el peque de la casa crezca para que pueda comerlos, de momento tendrán que ir triturados.
Me encanta este bizcocho porque puedo desayunar rico y sano, sin la sensación de estar comiendo algo que no toca, pues no lleva azúcar. Además la harina que lleva es trigo sarraceno que no solo es libre de gluten sino que es uno de los mejores cereales que podemos tomar. Ya os hablaré próximamente de él.
Si queremos darle una mejor consistencia y textura os recomiendo añadir un poco de psyllium, unas semillas con unos beneficios muy interesantes de la que os he hablado en el blog hace unas semanas.
Ingredientes
250ml. leche vegetal
2 plátanos canarios maduros
40gr. jugo manzana concentrado (yo utilizo el de Cal Valls)
120ml. aceite de oliva
ralladura de 1 limón
9gr. levadura de horno
60gr. chips de chocolate veganas
1 cucharada de cacao puro
1/2 cucharada de psyllium (opcional)
Mezclamos los ingredientes secos por un lado (la harina, el psyllium, la levadura y el cacao) y los líquidos por otro (el plátano machacado, la leche, el aceite y el jugo de manzana).
Juntamos ambas mezclas y añadimos las chips de chocolate.
Untamos un molde con aceite y harina.
Horneamos a 180ºC durante unos 30 o 35 minutos.
Ya tenemos nuestro bizcocho listo. Ideal para desayunar o merendar durante la semana, ¿no te parece? Te dejo un trocito
El molde que he utilizado no es muy grande por lo que hice 2 o 3 magdalenas a parte.
Como ves, puedes hacer magdalenas en lugar de un bizcocho si quieres. El proceso es el mismo, sólo cambia el molde y en el horno, el tiempo de cocción puede reducirse un poco, unos 5 o 10 minutos menos.