Esto de las vacaciones me tiene un poco ausente del blog, aunque os aseguro que no he dejado de comer, más bien al contrario...
Hoy os traigo otra receta muy sencilla ideal para refrescarnos en verano. No necesita horno, y es estupenda para hacerla con niños.
Cuando la probé este verano en casa de una amiga, me la sirvieron como con miedo, debieron creer que sólo como exquisiteces...pero es que esta lo es! Así que aquí también tiene su hueco. Se trata del típico postre que comías de peque. En mi casa se hacía con crema de piña, de moka, o de chocolate. Esta de limón ha sido un descubrimiento.
Ingredientes
1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
1/2 kilo de limones
Unos 2 paquetes de galletas maría
Modo de Preparación
Mezcla en un vaso la leche condensada con la evaporada (hay quien sustituye la evaporada por leche normal y queda igualmente rico). Incorpora el zumo de los limones hasta tener una crema.
Coloca las galletas en el fondo de una fuente refractaria y vierte encima suficiente crema como para cubrirlas. Repetir hasta acabar con una última capa de crema.
Ahora sólo habrá que enfriar. Lo puedes comer tanto frío de la nevera como congelado. Al día siguiente de hacerlo está genial, ya que habremos dado tiempo a las galletas de empaparse bien.
Sugerimos acompañar de una hora de ejercicio aeróbico ;-)