Vamos a ver algunos trucos que han pasado de padres a hijos durante generaciones para ahorrar en casa aprovechando el pan duro. ¡Comenzamos!
El mejor desayuno
No hay desayuno más rico ni más saludable que unas tostadas de pan con tomate y aceite de oliva virgen. Así que no tires el pan por la noche, mejor guárdalo en una bolsa para que se mantenga blandito, por la mañana mételo en la tostadora y... a disfrutar de él. Aparte del tomate, puedes acompañarlo de un sinfín de ingredientes: aceite y ajo untado, mantequilla, aguacate, jamón ibérico, queso, verduras asadas... ¡hay mil posibilidades!
Hacer pan rallado
Para qué comprar pan rallado industrial si lo puedes hacer casero. Simplemente, deja que se ponga totalmente duro y pásalo por el robot de cocina o batidora (la textura, a tu gusto). Después, ponlo en una bandeja en el horno a fuego moderado durante 20 minutos para eliminar la humedad. Por último, si quieres, también puedes añadirle algo de sabor poniéndole un poquito de ajo picado y perejil, así saldrán más sabrosos tus rebozados: filetes empanados, filetes rusos, fingers de pollo, etc.
Guárdalo en un lugar seco dentro un recipiente hermético, a ser posible de cristal, para que se conserve en buen estado durante más tiempo.
Utilizarlo en multitud de recetas
Además de las clásicas torrijas, en el recetario hay una gran cantidad de platos que tienen como ingrediente principal el pan, y en ellos puedes utilizar perfectamente el que te ha sobrado el día anterior. Hoy queremos hacer una selección de algunas de las recetas con pan duro más populares.
Picatostes
Lo sabemos, no son la mejor opción si estamos a dieta, pero un pequeño pecadito de vez en cuando... Y es que una ensalada, un puré o una sopa mejoran muchísimo si les añadimos un poco de pan frito. Y si los degustamos mojados en chocolate, ni te contamos. Hacerlos es así de rápido: cortamos el pan en cuadraditos y, bien los freímos en aceite abundante y muy caliente, o bien los untamos de aceite y los introducimos en el horno (esta opción es, evidentemente, más saludable).Pan de ajo
Es facilísimo. Necesitas pan, dos dientes de ajo, un poco de perejil fresco (un puñado aproximadamente) y 50 grs. de mantequilla a temperatura ambiente. Cuando lo tengas todo, sigue estos pasos: pica el ajo y el perejil juntos en la batidora. Después, añade la mantequilla y tritura de nuevo. Unta la mezcla en el pan e introdúcelo en el horno a 200 ºC durante unos minutos, hasta que el pan esté dorado. ¡Y ya está! Puedes comerlo como entrante o para acompañar todo tipo de carnes y pescados.
Migas
Se trata de una receta tradicional que crearon los pastores para aprovechar el pan que les había sobrado. Los ingredientes para hacer este plato tan fácil, barato, rico y contundente son: 600 grs. de pan (de dos días), 200 grs. de chorizo, 200 grs. de panceta, 1 cabeza de ajos, sal y 120 ml. de aceite de oliva.Lo primero que vamos a hacer es poner en un plato sopero agua con una pizca de sal. Después, cortamos el pan en pequeños trozos, lo humedecemos un poco con el agua con sal y reservamos. A continuación, picamos en pedacitos el chorizo y la panceta. Calentamos el aceite en una sartén y añadimos los dientes de ajo sin cortar y con piel. El siguiente paso es añadir la panceta y, cuando esté frita, el pan. Movemos continuamente y desmigamos con la espumadera. Cuando las migas están a medio hacer, incorporamos el chorizo y removemos de nuevo. Estarán terminadas en el momento en que veamos que están sueltas. Para rematar, podemos acompañarlas con pimientos verdes fritos o uvas.
Salmorejo
Este plato cordobés, además de resultar delicioso, es muy saludable por todas las propiedades que nos aporta el tomate (vitaminas A, C y K, hierro, potasio, etc.).Para elaborarlo necesitamos medio kilo de tomates, 100 gramos de miga de pan, 50 gramos de aceite de oliva virgen, un diente de ajo, 50 gramos de jamón, un huevo duro y sal (al gusto).
Lo primero que tenemos que hacer es lavar y cortar en trocitos los tomates. Los batimos junto con el ajo. Una vez triturado, pasamos por el pasapuré y lo volvemos a poner en el vaso de la batidora, añadiendo esta vez la miga de pan, el aceite y la sal. Batimos bien hasta conseguir un puré fino.
El último paso es dejarlo enfriar en la nevera y, a la hora de servirlo, le ponemos por encima un poco de huevo duro picado, jamón serrano en taquitos o tiras finas y un chorrito de aceite de oliva. ¡Riquísimo!
Un pedacito para tu mejor amigo, ¿por qué no?
A los perros les vuelve loco el pan duro, así que de vez en cuando se lo puedes dar como un tentempié. También puedes utilizar pequeños pedazos de pan duro para premiarle cuando te obedezca. Y es que conseguir que se siente cuando se lo pidas es tan fácil como darle la orden "sentado" y presionar levemente la zona posterior de su lomo para invitarle a sentarse. Cuando lo haga correctamente, dale un trocito de pan y hazle unas caricias acompañadas de palabras cariñosas. ¡Ya verás qué pronto lo aprende!
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